Un instrumento que alivió a las mujeres

Hoy, los amantes de la costura siguen deseando una máquina de coser de la marca Singer. Todos el que tenga un miembro en su familia o un amigo al que le guste elaborar prendas lo sabrá. Pues bien, Isaac Merritt Singer obtuvo la primera patente de la máquina de coser un 12 de agosto de 1851, siendo un avance que, sobre todo, tuvo influencia en las mujeres.

Eran ellas las que se dedicaban a la costura, tanto a nivel laboral como personal, pues confeccionar la propia ropa o la del resto de la familia era una práctica habitual. Y claro, hacerlo con solo aguja e hilo resultaba mucho más costoso, monótono, cansino y requería una cantidad de tiempo bastante mayor, por lo que la máquina de coser fue, sin duda, liberatoria para las mujeres.

Además, lógicamente, supuso una auténtica revolución para la industria de la moda. De hecho, se podría decir que este sector tal y como lo conocemos hoy en día empezó a nacer mediante el invento de Singer. ¿Por qué? Porque permitía la confección de prendas en masa y se creaban más en menos tiempo, por lo que las distribuidoras pudieron comenzar a pensar en términos como el de temporada o el de stock.

El éxito de la máquina de coser fue rotundo e inmediato. En 1855, cuatro después de obtener la patente, Singer ganó el primer premio de la Feria Mundial de París, consagrándole como un gran inventor cuyo nombre sigue saliendo de las bocas de los amantes de la costura.