Crítica de “Lupin III: The first”: Bond, en ratero y en japonés ★★★☆☆

Director: Takashi Yamazaki. Guión: T. Yamazaki basado en la serie de Monkey Punch. Música: Yûji Ôno. Japón, 2019. Duración: 93 minutos. Animación.

Dignos de los que preceden a cualquier entrega protagonizada por Bond, los créditos iniciales de esta cinta rezuman glamour, un puntito sexy y acción de la buena. Arsenio Lupin III, nieto del famoso ladrón que tantas obras ha inspirado desde que apareciera por primera vez en las novelas de Maurice Leblanc, incluidos los mangas en que se basa el filme, se parece un poco al caricato Jim Carrey, y, entre robo y robo de alto standing, decide ahora agenciarse el Diario Bresson, que contiene un extraordinario poder pero que, usado malamente, puede acabar con el mundo. Así, junto a sus compadres de hurtos y una joven relacionada con ese objeto, deciden enfrentarse hasta con Hitler, que no murió en 1945. Divertida, setentera, muy ágil (así, la primera fuga de Arsenio, pero hay donde elegir), estos 90 minutos conseguirán, sí, hasta sustraernos el mal rollo que tenemos encima.