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Juan Manuel Gil gana el Premio Biblioteca Breve

Según el jurado, esta novela “narra con asombrosa agilidad y desde el humor la fascinación por la infancia perdida en un barrio periférico”

El escritor Juan Manuel Gil Tamy Chaud / Seix BarralTamy Chaud / Seix Barral

Esta historia nació mucho antes de que Juan Manuel Gil la imaginara. “Trigo Limpio”, la obra ganadora del Premio Biblioteca Breve, tiene como punto de partida aquello que el escritor escuchaba cuando era pequeño, ese tiempo en el que se carecía de preocupaciones y todavía se atendía a lo que hablaban los mayores y se escuchaba en las tiendas, como él mismo reconoce: “Siendo apenas un niño me di cuenta de la admiración que despertaban en mi barrio aquellas personas que sabían contar historias. No había muchas, pero las que sabían cómo hacerlo concentraban un poder impresionante. Al menos, a ojos y oídos de un chaval. Conocían el arte del silencio. También poseían la destreza de volver atrás, acelerar, detenerse en cualquier detalle y concluir en el momento justo. Conseguían que a los oyentes se les desbocara el corazón. Siempre he albergado el deseo de ser como esas personas. De ser leído o escuchado. Quizá, como dice el narrador de esta historia: de ser amado y protegido”.

Juan Manuel Gil parte de esta idea para explorar diferentes horizontes en “Trigo limpio”, una obra en la que surgen temas como la inquietud por la literatura, los orígenes de la escritura y de dónde provienen las historias. Pero, sobre todo, es una vuelta a la infancia, al recuerdo de una anécdota. Cuando el protagonista de esta novela estaba a las puertas de la adolescencia, durante un partido de fútbol el balón con el que jugaba con sus amigos va a parar al otro lado de una verja y él, mientras sus colegas le jaleaban, decidió ir corriendo tras la pelota por la pista del aeropuerto sin reparar en que un avión de pasajeros se disponía a tomar tierra. Esto sucedió durante un verano que marcará la vida de toda la pandilla. Muchos años después de la anécdota, ese hecho se convertirá en el detonante de una indagación de aquellos años de despreocupación, pero que, sin embargo, todavía está presente en todos.

Aire detectivesco

La narración, que contiene una trama de aire detectivesco, se inicia cuando el narrador recibe un correo electrónico de Simón, uno de sus mejores amigos en los lejanos días de la adolescencia. Después de veinticinco años sin saber nada de él, le escribe con una insólita petición: “¿Por qué no escribes sobre nosotros?” Aquella pregunta se queda en la conciencia del narrador y, cuando poco después, vuelve a recibir otro email de Simón pidiéndole que lo olvide, el protagonista ya no podrá resistir la tentación de sumergirse en aquel tiempo. A partir de este instante en la obra se entrecruzan dos tramas: la necesidad del narrador, que comparte rasgos con el propio autor, de encontrar un argumento para su siguiente novela y por qué Simón no quiere que escriba la historia común que en el pasado los unió y, también, los separó.

Juan Manuel Gil (Almería, 1979), que aparte de escribir también es profesor, formó parte de la primera promoción de residentes de la Fundación Antonio Gala y a sus espaldas cuenta con obras como “Guía inútil de un naufragio” (2004), con el que obtuvo el Premio Andalucía Joven de Poesía, “Inopia” (2008), “Mi padre y yo. Un western” (2012), “Las islas vertebradas” (2017) y “Un hombre bajo el agua” (2019). El jurado de esta edición estaba formado por Pere Gimferrer, Olga Merino, Raquel Taranilla, Elena Ramírez y Enrique Vila-Matas. Ellos destacaron que “Trigo limpio” es “una novela que narra con asombrosa agilidad y desde el humor la fascinación por la infancia perdida en un barrio periférico, así como la naturaleza de la fabulación literaria a través de pasadizos que conectan las lecturas que todos llevamos dentro”.

El trasfondo de “Trigo limpio” tiene unos paisajes determinados y muy elocuentes. Es la Almería de principios de la década de los años noventa y los chavales que aparecen en sus páginas juegan entre las líneas de playa, los búnkeres que ha dejado la Guerra Civil española, las ruinas que suponen las fábricas abandonadas, los vestigios arqueológicos y la huella que dejó en esa época la especulación inmobiliaria, que ocupará con sus urbanizaciones los descampados y las periferias. “El deseo era el de escribir un libro sobre la fascinación que siempre ha despertado la literatura en mí; siempre me ha seducido el poder de la palabra colocada en el orden y en el momento adecuados. Creo que desde niño fui consciente de que la fabulación era una especie de máquina que hacía posible la emoción en cualquier momento y en cualquier lugar. Para mí era lo mismo que hablar de magia”, ha dicho el autor.

Recuerdo a Juan Marsé

Uno de los momentos más emotivos en el fallo del premio fue el recuerdo hacia Juan Marsé por parte de Enrique Vila-Matas. “Sobre los sueños había montado una obra entera”, dijo el escritor al recordar al autor de “Últimas tardes con Teresa” que definió como “hombre entero”, citando a Manuel Vicent. Vila-Matas rememoró como un mediodía, acudió un pintor catalán que triunfaba en Nueva York a la tertulia que “hasta hace poco tuvimos todos los domingos a la hora del aperitivo en un bar en Diagonal con Tuset y se puso a preguntarnos cómo seguía la vida en la ciudad. Marsé dijo tajante: “Aquí estamos en contra de todo”. No añadió más, y ni falta qué hizo”.

EL CORONAVIRUS SE CONSAGRA COMO TEMA LITERARIO
Durante la presentación, Elena Ramírez, editora de Seix Barral señaló que a esta edición del Premio Biblioteca Breve se han presentado casi mil escritores «en su mayoría sin seudónimo», lo que ha permitido, como reconoció ella misma, «apreciar la alarmante des igualdad de participación entre hombres y mujeres». Los manuscritos llegan todavía de manera preferente a través de medios electrónicos y «sigue expandiendo la concurrencia a nivel internacional». Elena Ramírez también ha hecho hincapié en que «el coronavirus» ya está presente en las obras que han llegado «ya sea como telón de fondo de historias variadas, como protagonista indeseado o como excusa para que los escritores relaten su experiencia durante el confinamiento». Los géneros preferentes son aquellos que exploran el «yo», «las novelas biográficas, autobiográficas, la autoficción y los diarios novelados, que han tenido un aumento considerable respecto al año pasado, hasta suponer casi una quinta parte del total de los manuscritos presentados». Por supuesto, sigue estando presenta la novela negra, el thriller y de la novela histórica. «Como curiosidad -apuntó la escritora- también el cambio climático ha comenzado a colarse en las novelas presentadas, más allá de servir como coartada para las distopías o ucronías que es uno de los géneros favoritos dentro de la ficción para explorar cuestiones políticas y sociales que nos preocupan a todos».
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