Sección patrocinada por sección patrocinada
Cine

Cine

Crítica de “Richard dice adiós”: ojalá esto no sea una despedida, Johnny ★★☆☆☆

Johnny Depp protagoniza "Richard dice adiós", que se estrena este viernes en cines
Johnny Depp protagoniza "Richard dice adiós", que se estrena este viernes en cinesLa Razón

Dirección y guión: Wayne Roberts. Intérpretes: Johnny Depp, Rosemarie Dewitt, Zoey Deutch, Danny Huston, Ron Livingston. Estados Unidos, 2018. Duración: 90 minutos. Drama.

Esta película tiene casi tres años, lo decimos para evitar posibles rumores entre las almas tan neopuritanas hoy que circulan por EE.UU y en buena parte del mundo si ven al personaje de Depp bebiendo alcohol como si no hubiera una mañana, fumando y comiendo maría a todo trapo y dándole al sexo oral con un chico para ver qué pasa. Primero, porque todavía faltaba para que su ex mujer lo llevara a los tribunales por maltrato y otras feas costumbres, y, segundo, aunque obvio, porque no se trata del auténtico Depp ni su alter ego ni nada de nada. Una advertencia que se torna casi obligación vistos los juicios sumarísimos a los que muchos someten a directores, intérpretes y cuantos se pongan por delante sin que la ley haya abierto la boca ni la piense abrir. Dicho lo cual, Richard, un anodino profesor universitario de Lengua cuyo matrimonio también hace aguas y al que le diagnostican un cáncer sin retorno, decide cambiar una vida monótona e igualmente marcada por el qué dirán para impartir las clases como le de la gana, probar las drogas, estar casi todo el día beodo y pasarse por el forro esa corrección política que cada vez nos da más asquito. La película comienza recordando aquella tremebunda «¿Quién teme a Virginia Woolf?» para acabar resultado «El club de los poetas muertos» desatado donde el «carpe diem» significa echar un casquete con la camarera en el baño interrumpiendo una lección de traca. Sin embargo, el auténtico problema radica en que, a pesar de todo, se trata de una propuesta blandita, siempre entre la comedia y el drama, entre la carne y el pescado. Normal que finalmente salga ganando un trago largo de whisky.