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Maui, un potaje que lleva de Utrera a Malasaña

Sobrina de Bambino y apodada “la Björk de Utrera” por su arte híbrido y lleno de imaginación: Maui propone guasa, fantasía y arte popular
Maui

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En directo, ante los espectadores, Maui cocina un potaje gitano según la receta de su casa. “Hago una historia real, vivida. Porque yo cuando era pequeña preguntaba en todas las fiestas gitanas que dónde estaba el duende, que es algo de lo que se hablaba mucho cuando era chica, pero nunca lo había visto. Y se ve que yo sola llegué a la conclusión de que estaba dentro de la olla, porque era el nexo común de todas las fiestas gitanas. Y puede ser verdad, porque el flamenco nace de las ganas de celebrar la vida y del hambre, también”, cuenta María Luisa Ramírez, Maui de Utrera, sobrina del cantaor Bambino sobre el espectáculo musical que lleva dos años de residencia en Madrid: “Domingos de vermú y potaje”, un puente entre Utrera y Malasaña que le ha valido comparaciones como “la Björk de Utrera” o “la Lady Gaga del flamenco”. “Puede que sea por la mezcla, por el potaje que cocino en escena. Porque yo me imagino a Dalí dándose la mano con Frank Sinatra y a Oprah Winfrey con Fernanda de Utrera”. El domingo 28 de febrero, la invitada a cocinar y a cantar en el Teatro Flamenco de Madrid es Rozalén.
Lo último que ha lanzado la cantautora es “De Madrid al cieno”, un tema irónico sobre la vida en el campo que no todo el mundo ha pillado correctamente. “Hay una lectura superficial que pareciera ser una oda a la vida en el campo, pero hay un poco de guasa en la segunda lectura. Es una epopeya pandémica sobre la despoblación de las grandes urbes, de la huida de los “hípsters” al campo, hacerse un paco Martínez Soria a la inversa”, comenta. Sin embargo, ni los problemas se desvanecen por vivir en el campo, ni nos adaptamos tan fácilmente los pájaros de ciudad. “Por un lado, hemos idealizado la vida en el campo cuando realmente es igual de dura o más. En el campo, la vida con los animales es muy exigente y hasta el silencio absoluto inspira un poco de terror. Yo admiro a la gente de campo de verdad. Por otro, ¿no es un poco absurdo irte al campo para alejarte del mundo y estar buscando internet? Hay toda una reflexión sobre eso. Si vamos al campo porque tenemos idealizado o si vamos para transformarlo, en ambos casos, no es positivo para el campo”, explica certera la artista.
Maui vive en el centro de Madrid, de donde extrae las historias que pueblan sus discos. “Pasé del Albaicín a Malasaña. Y no son tan diferentes. En Granada había flamenco y en Madrid, ’'hipsters’'. Te asomas a la ventana y ves grafittis o ríos de pipí. Son cosas maravillosas sobre las que escribir”, bromea la utrerana, que en sus temas ironiza con el postureo de ciudad. “Me encanta Madrid. Llegué, y ya sabes que las puertas son automáticas. Me detectaban y es una maravilla. Tuve la oportunidad de mostrar mi trabajo”, cuenta la artista, que se resistió a dar ese paso. “Mi padre es guitarrista y compositor, es gitano y trabajó con Bambino que es familia nuestra. Yo siempre he huido del flamenco porque me da muchísimo respeto y siempre he querido hacer canciones, contar historias, aunque el compás flamenco lo llevo dentro desde la infancia. Pero me dediqué a estudiar mucho. Fui al conservatorio, estudié violonchelo, aprendí a leer música aunque de la guitarra soy autodidacta”, cuenta.
María Luisa estudió Magisterio de Educación Musical y se resistía a subirse a un escenario. “Siempre iba vestida de negro, trabajando para otros artistas, escribiendo para ellos. Pero un día un amigo me propuso grabar una maqueta y no tenía ni idea de que iba a ganar concursos con ella y al final tuve que inventarme a Maui, que es un personaje que es contrario a mí. Es colorista, atrevida, desenfadada, capaz de decir cosas maravillosas y también muy absurdas, que se ríe de sí misma. Es el niño que llevamos dentro y que se adormece con la edad. Hablé con una diseñadora porque necesitaba algo para afrontar esto, una fórmula picassiana con zapatos extraños y cosas en la cabeza y ahora mismo no tiene fin, va creciendo sola”, reconoce Maui de su creación. “El vestuario es como el de un súper héroe. No creo que Spiderman pueda echar telarañas sin el traje. Y Maui no tiene vértigo, María Luisa, sí”.

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