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El emotivo discurso de la viuda de Chadwick Boseman por el Globo de Oro póstumo

Taylor Simone Ledward recibió entre lágrimas el galardón que ganó su marido, que murió con 43 años el pasado agosto de cáncer, por su actuación en “La madre del blues”
La RazónLa Razón

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Anoche se celebró la 78ª edición de los Globos de Oro en un certamen diferente: Hollywood se reunió por Zoom, dejando algunas imágenes pixeladas y errores del directo. Entre los ganadores y discursos, hubo uno en especial que emocionó al público y que fue bastante comentado en las redes sociales: el Globo de Oro póstumo a Chadwick Boseman por Mejor actor protagonista en cine (drama), por la película “La madre del blues”. El actor murió el pasado 28 de agosto a los 43 años por un cáncer de colon, dejando un dolor y vacío profundos en el mundo del cine y de la televisión. Fue su esposa, Taylor Simone Ledward, quien “recogió” el premio de manera telemática, entre lágrimas y con un discurso conmovedor.
“Daría las gracias a Dios, a sus padres, a sus antepasados por su orientación y sacrificio; daría las gracias a su equipo increíble por esta película”, comenzó. “Diría algo precioso, algo inspirador, algo que ampliaría esa vocecita que tenemos todos dentro que te dice ‘Tú puedes, sigue adelante, recuerda lo que tienes que hacer en este momento de la historia’”, continuó Ledward con voz temblorosa.
La inevitable emoción de Ledward desde el primer instante de su discurso la contagió tanto a las presentadoras como al resto de espectadores de la gala. “Yo no tengo sus palabras”, añadió, “pero todos tenemos que aprovechar cada momento para disfrutar de las personas a las que queremos”, concluyó.
Boseman, célebre por su actuación en la taquillera “Black Panther”, fue nominado junto a Gary Oldman (”Mank”), Riz Ahmed (”Sound of metal”), Anthony Hopkins (”The father”) y Tahar Rahim (”The Mauritanian”). Con esto, el intérprete pasará a la historia tanto del cine como de los premios, por haber protagonizado uno de los momentos más emocionantes que se recuerdan.
“Chad es la persona más honesta que he conocido”, agregó Ledward, “porque no se limitó a decir la verdad, sino que la buscó activamente en sí mismo, en quienes o rodean y en el momento. La verdad puede ser una cosa muy fácil de evitar, pero si uno no vive en ella, es imposible vivir en línea con lo divino. Así se convirtió en la forma en que vivía su vida, día tras día. Imperfecto pero decidido”.