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Música

Entrevista

Rafa Sánchez (La Unión): “Con las vacunas hay desinformación y muchos intereses económicos”

El músico vuelve en solitario con cuatro temas de adelanto de su nuevo disco tras la accidentada disolución de La Unión

Rafa Sánchez
Rafa SánchezArchivo

Durante casi cuatro décadas formó parte de La Unión, pero el año de la pandemia precipitó lo inevitable. Rafa Sánchez, cantante de la banda, anunciaba la disolución del grupo, pero era desmentido por Luís Bolín, su compañero en la banda, que negaba la mayor. En todo caso, la pandemia aclaró las ideas de Sánchez, que decidió hacer carrera en solitario. Durante el confinamiento compuso y grabó algunos temas, que son el embrión de su nuevo disco en solitario.

-¿Qué reflejo de usted son estos cuatro temas?

-Son la visión de un adulto del mundo actual, la visión cotidiana de alguien como yo. En “Vístete princesa”, por ejemplo, hablo de la chicas divorciadas de 40 que empiezan a ser invisibles para el mercado heterosexual y acaban en grupos de gays moviéndose por la noche y recuperando la autoestima que han perdido en una relación fallida. O “Vampiros”, que es la metáfora de cómo los adultos se acercan a los jóvenes para absorber sus tendencias, maneras, su esencia. Creo que el leit motiv del álbum es ese, y estoy pensando en titularlo “Solo para adultos”.

-¿Quiere ya dejarse de puerilidades y de tonterías?

-Bueno, cada edad tiene sus cosas. A mis cincuenta y tantos me he visto haciendo cosas que me parecían cursis, como decir “te quiero bombón” o ir de la mano por la calle. Cosas que, de hacerlas a los 30, me habrían salido sarpullido. Las tonterías con bienvenidas a cualquier edad, siempre y cuando sean sentidas y no sean una pose. Hay que hacer muchas tonterías, sobre todo cuando eres adulto.

-¿Ha sentido algún vértigo empezando esta historia solo?

-No, pero ha sido duro abandonar la banda. Han sido tres años muy desagradables, siguiendo con giras, yendo en la misma furgoneta pero sin hablarnos, con un ambiente muy eléctrico. Pero a la hora del trabajo y la composición, no. Todo lo contrario. Incluso la pandemia ha sido positiva. El hecho del confinamiento, sabiendo que todo el mundo está parado, me hizo replantearme las cosas, hice mucha introspección. Dije: “esto se ha acabado”.

-Hizo una reflexión.

-Llevábamos tres años y bueno, trabajábamos con una sociedad instrumental que yo sugerí deshacer pero Luis no quiso y hubo que hacer juntas de socios, de abogados de por medio... algo desagradable en el proceso estábamos. El momento era idóneo para replantearnos todo.

-Pero quería seguir haciendo canciones.

-Sí.. ya es muy tarde para buscarse un oficio nuevo, ¿no? Yo estaba en cuarto de arquitectura cuando empecé con el grupo y creo que ha sido lo mejor que me ha pasado. He crecido como persona. Moverte con el rock & roll es la manera más divertida que hay.

-La vida de un grupo de éxito ha tenido que ser emocionante.

-Mucho, porque no vas como un turista. Acabas en el bar de Paquita la del Barrio, a las tantas y con efectos especiales. En Latinoamérica tienen un cariño especial por los artistas y allí hemos estado en fiestas increíbles. Si hay un lujo, es allí. No hay glamour en Europa.

-¿Qué le mueve para seguir en esto?

-Soy muy afortunado por mi tipo de vida. Esto es cuestión de suerte. Un día se cruzó Nacho Cano y se prendó de lo que no era todavía “Lobo hombre” sino una canción en espanglish, y puso ante mí un mundo con el que ni siquiera había soñado. Si hubiera sido arquitecto, habría sido una persona muy complicada. Pero de repente este mundo me ha hecho ser mejor, más comprensivo y más positivo. Hay muchas realidades y no hay una sola verdad. Eso me lo ha dado la música y no lo cambio por nada.

-¿Cómo le ha afectado la pandemia?

-La vida va a volver pero habrá un antes y un después. Algunas cosas se van a quedar, como el teletrabajo. Lo que me daría miedo es que se pierdan libertades. He asistido a cosas que me preocupan, como cortarle las líneas de redes sociales a gente como Miguel Bosé por expresar una opinión. Estés de acuerdo con él o no, ¿quién es Twitter para cerrarte la cuenta? ¿Porque son el dios moral? Eso es peligroso y nos puede acercar al modelo chino de un internet censurada.

-¿En qué piensa?

-Empiezas a oír cosas como “el nuevo orden global” que dan un poco de miedo. Me hacen recordar “1984” de Orwell, como un gran hermano vigilando, porque ellos saben dónde estás. Te escuchan. Me da algo de miedo que algunas cosas se queden.

-Ha habido polémica por declaraciones de otros artistas sobre la pandemia, sin ir más lejos Victoria Abril. ¿Qué piensa de todo esto?

-Bueno, en algunos aspectos estoy de acuerdo, que se han tomado medidas a granel. Con la música han sido crueles y estrictos cuando en el metro o el autobús vas codo con codo. Ahora mismo el lugar seguro de la tierra es un teatro. Juegan con la vida de muchas personas, como los técnicos. Muchos están en las colas de hambre.

-La polémica con Bosé llegó por las vacunas.

-Tengo mi resquemor. ¿Por qué desde el principio se ha hablado de vacunas y no de tratamientos? Se sabe que mutan cada año y es una cosa natural. No lo veo claro. Y eso me hace pensar. En la época de la información nunca ha habido tanta desinformación. ¿Qué hacer? ¿cuáles son los síntomas? La gente no sabe lo que está pasando y creo que eso está movido por alguien. No te hablo de un ser maquiavélico, sino de “don dinero”.

-¿Intereses empresariales?

-Sí. Sabemos que la industria farmacéutica es, después de la armamentística, la más poderosa.

-Pero ha habido tantos muertos que eso no se puede poner en cuestión.

-No, pero hay una especie de guerra encubierta. Las guerras ya no son como eran. Es un formato de guerra y, viendo la idiosincrasia china según la cual, si no funcionas para el estado eres prescindible, ¿qué gente más prescindible hay que los mayores que no producen y cuestan? Creo que las dudas son lógicas. No te digo que toda la conspiranoia sea verdad, pero debajo hay un poso... Si te das cuenta, somos 7.000 millones de personas en el mundo. No me extrañaría que ciertos poderes fácticos estuviesen tomando decisiones estadísticas.