Mariano Peyrou: «“Niños aparte”, de Julieta Valero, es un libro que nos arrolla, nos revuelve»
Para el poeta, esta obra «le podría gustar a cualquiera», pues aborda temas con «honestidad, sin dramatismos innecesarios»
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Es como un viaje: no vuelves igual que cuando despegaste. Factor común de los libros es la capacidad que tienen de cambiarnos. Pero no transformando nuestra forma de ser, sino más bien alimentando nuestra manera de ver la vida. Leer es una oportunidad de descubrir vidas, culturas, pensamientos, realidades diferentes sin movernos de nuestro asiento. Es una forma de matizar algún aspecto de nosotros mismos a través de personajes, paisajes, descripciones, aventuras o monólogos. Si el ser humano evoluciona, adaptándose a la novedad y desprendiéndose de lo antiguo, la literatura es un motor para ello. Y, por esto, el poeta Mariano Peyrou –autor de obras como «Tensión y sentido» (2020), «Los nombres de las cosas» (2019) o «Posibilidades en la sombra», entre los más recientes–, ha decidido recomendar una obra «que nos revuelve»: «Niños aparte», de la también poeta Julieta Valero.
–¿Por qué la elige?
–Porque acaba de salir y me parece que muestra una autenticidad y una hondura poco frecuentes. Es un libro emocionante, inteligente, lleno de ritmo y con una mirada sobre la vida que nos sorprende al mismo tiempo que reconocemos como propia.
–¿Qué le atrapó del libro en un principio?
–La forma en que está escrito, con esa electricidad y esa intensidad que solo se alcanzan cuando un autor hace propio el lenguaje, y también la forma en que aborda los temas que aborda, con honestidad, sin dramatismos innecesarios pero con una sensibilidad extrema.
–¿Destacaría algún aprendizaje de su lectura?
–Creo que, más que un libro con el que aprendemos, es uno que nos arrolla, que nos revuelve. Siempre de un modo más o menos placentero. O sea, generando la sensación de que estamos en contacto con la vida real. Quizá lo que se aprende sea eso: que ese contacto, aunque sea duro, también produce una especie de placer que tiene que ver con la aceptación.
–A grandes rasgos, el libro relata la relación entre dos madres divorciadas, que a pesar de ser adultas no han perdido los márgenes de su niñez y con el deseo como hilo conductor. ¿La autora pretende reflejar a la sociedad actual?
–No creo qu se trate de un reflejo, aunque el paisaje sea muy reconocible, con mascarillas incluidas. Lo que importa en este libro son sobre todo las subjetividades, es decir, los personajes no representan categorías, sino individuos. Yo, al menos, lo leo así.
–Se trata del debut narrativo de Valero: ¿qué tiene la novela que carezca la poesía?
–En mi caso, y no estoy generalizando, la escritura de narrativa tiene que ver sobre todo con lo que ocurre fuera. Con lo que puedo hablar y nombrar. Por su parte, la poesía tiene más que ver con la vida interior más oscura, con lo que no puedo hablar y casi ni puedo pensar.
–¿A quién le recomendaría «hablar» con «Niños aparte»?
–Me parece un libro que le podría gustar a cualquiera. Es muy directo, fluye, se disfruta en el nivel del fraseo y la imaginación verbal, y habla de temas que nos conciernen a todos: el amor, el enamoramiento, las separaciones, las relaciones familiares con hijos y padres, el trabajo, la memoria de la infancia... ¿A quién no le interesan estas cosas?