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Les Arts vuelve a los brillos de antaño con Offenbach

PALAU DE LES ARTS

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«Los cuentos de Hoffmann», de Offenbach. Intérpretes: John Osborn, Pretty Yende, Alex Esposito, Paula Murrihy, Marcel Beekman, Moisés Marín. Orquesta de la Comunidad Valenciana. Coro de la Generalitat Valenciana. Director musical: Marc Minkowski. Director de escena: Johannes Erath. Palau de les Arts, Valencia, 28-I-2022.
Primera vez que se representa en el Palau de les Arts «Los cuentos de Hoffmann», la gran ópera de Offenbach entre un catálogo que cuenta con muchas operetas y óperas cómicas. Sobre la versión musical conocida se ha realizado una nueva edición, recuperando en sus cinco actos toda la música que en su día anotase su autor, quien, por cierto, falleció sin terminarla y meses antes del estreno en la Ópera Cómica en 1881. Ello repercute en la duración de la partitura, que supera ampliamente las tres horas y, en cierto modo, la aproxima por momentos a una cantata, perdiendo efectividad dramática, aunque musicalmente reúna interés. Minkowski dio a conocer esta edición en 2012 con Les Musiciens du Louvre. Minkowski, tantas veces admirado en el repertorio barroco, ha ampliado su campo de acción y Offenbach se encuentra entre sus cometidos, como también Mozart, cuya trilogía «Da Ponte» se ofrecerá en primavera en el Liceo. Su labor con la magnífica orquesta del Palau y el no menos magnífico Coro de la Generalitat Valenciana es encomiable, y mantuvo la tensión a pesar de los problemas apuntados de la nueva edición y a que, en algunos momentos, pudiese pedirse una mayor incisividad. Pero lo resaltable de estas representaciones no es, que también, el renombre de su director musical, sino la categoría del espectáculo global alcanzada. Una categoría digna de los tiempos dorados de Helga Schmidt, quien hubiera cumplido 87 años en marzo y a quien aún se le debe un homenaje en condiciones. Y es que a la excelencia del apartado musical se une una muy lograda puesta en escena y un reparto de primera fila. Todo funciona, lo que en estos tiempos supone un indudable mérito. La producción de Johannes Erath, que se estrenó en la Semperoper en 2017, combina los movimientos escénicos con una cuidada iluminación y proyecciones, algunas de ellas con sugerentes sombras en blanco y negro, que amplían la efectividad de la acción con momentos en los que se aprovecha toda la profundidad del escenario del teatro. No aparece Venecia y casi todos los decorados corresponden al interior de un teatro, pero la regia resulta coherente y deslumbra al espectador, acercándole más a la locura del protagonista. Pretty Yende, soprano cotizada en todos los teatros, debuta en los cuatro papeles principales femeninos
–Olympia, Antonia, Giulietta y Stella–, algo que pocas artistas se han podido permitir. El primero es el personaje que mejor le encaja debido a sus coloraturas, que afronta con seguridad. Falta quizá profundización dramática en los otros roles, algo lógico en un debut, que se traduce en una cierta sensación de frialdad. En cualquier caso, una interpretación notable. Hoffmann no supone, en cambio, un debut para John Osborn, sino que resultaría difícil encontrar hoy día un tenor más adecuado para un papel en el que hemos admirado en el pasado a Kraus, Gedda, Shicoff o Domingo. Su dominio del personaje con todos sus matices y apabullante seguridad en el registro agudo le configuran como una referencia hoy día, como ya demostró el año pasado en el Liceo. Y por fin pudo debutar en les Arts el bajo-barítono italiano Alex Espósito, programado hace un año como el Mefistófeles del «Fausto» de Gounod cancelado por la pandemia. Sin duda, una excelente opción para los habituales cuatro personajes –Lindorf, Coppélius, Miracle, Dapertutto– que encarna siempre el bajo, en la línea de un Ruggero Raimondi, pero aún sin la talla artística de éste. A nivel a tono con los anteriores Paula Murrihy como Nicklausse, Marcel Beekman en sus varios roles y el resto del reparto. Gran triunfo, con la sala llena y el público ovacionando sin levantarse durante muchos minutos, lo que devolvió el esplendor al Palau de les Arts en una de las representaciones operísticas más redondas vistas en España en los últimos meses.