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Teatro

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“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas

“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumaslarazon

Minutos antes de la función, La Cubana demuestra cómo su filosofía va acorde con la obra que, hasta el 1 de diciembre, están presentando en el Teatro Calderón: fuera formalismos y más reírse de la vida (y de la muerte)

Desde que se inauguró en 1917, el Teatro Calderón ha sido testigo y partícipe de la historia de España dentro de lo que las herramientas culturales le han posibilitado. Bajo las vidrieras de su vestíbulo han pasado numerosos espectadores que han visto gran variedad de espectáculos: mientras que durante la Segunda República fue la ópera la que conquistó su escenario, tras la Guerra Civil la zarzuela ganó bastante fuerza, y, hasta hoy, el espacio ha reunido funciones musicales tanto nacionales como internacionales. Por sus pasillos y camerinos han pasado figuras como Pepita Embill y Plácido Domingo y su escenario se ha decorado de tantas formas que da la sensación de que en algún momento se van a acabar las ideas. Pero no hay límite para la imaginación y así lo está demostrando La Cubana: la compañía de teatro catalana representa en el Calderón hasta el 1 de diciembre “Adiós Arturo”, una obra que trata, a grandes rasgos, de la celebración de un funeral. Para ello, ha llenado tanto el escenario como parte del patio de butacas de coronas de flores blancas que rodean al féretro de Arturo Cirera Mompou, el protagonista al que despedirán tanto actores como espectadores por todo lo alto. Y es que La Cubana no escatima en cuanto a festejar se refiere, y no solo sobre las tablas, sino también tras ellas. La compañía, que ya conquistó Madrid con “Mamá, quiero ser famoso” (2003) o “Campanadas de boda” (2012), ha abierto sus puertas a LA RAZÓN para mostrar cómo trabaja tras el telón, manifestando que la sonrisa y el desparpajo no solo lo interpretan en sus personajes, sino que también va con su carácter.

“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
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Máscaras, sombreros, chaquetas y capas de todos los colores que uno se pueda imaginar figuran en los pasillos que hay tras el escenario del Calderón. Pasar desapercibido no era el objetivo en una obra que, como ya han mostrado en las funciones de su gira, la diversión está servida. Aseguran los 10 actores de esta obra, mientras se maquillan y preparan para colocarse las pelucas, que La Cubana -lleva desde 1980 haciendo teatro- suele innovar en vestuario en cada gira. Eso sí, hay algunas prendas que sobreviven, así como hay otras que se han rescatado tras ser utilizadas por otras personas: "A veces también hay algo de sentimental”, explicó Montse Amat mientras se pintaba la sombra de los ojos, “como este vestido, que es de la madre de Cristina López -encargada de vestuario-". Además, hay alguna que otra prenda que ha vestido Belén Esteban, “o esta falda, que la llevaba la nieta de Franco (Carmen Martínez-Bordiú) en el programa ‘¡Mira quién baila!’”, añadió Babeth Ripoll. Todo ello, reunido en un pequeño espacio donde cada intérprete se ocupa de su propia caracterización mientras charlan y se pasean como si estuviesen en su propia casa.

“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
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“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
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El protagonista de “Adiós Arturo” recibirá en el Calderón toda una celebración de la vida bajo las notas y arreglos musicales que Joan Vives ha realizado para esta obra y rodeado de una escenografía a cargo de Castells Planas. Aunque sea en su funeral, Cirera Mompou quiso dejarse de formalismos para actuar con la misma filosofía de La Cubana, que “hace teatro del cotidiano, de lo que pasa desapercibido”. “En un mercado, en la relación entre cliente y dependiente se establece un guión no escrito, así como en una cena de empresa o en un funeral”, continúa Ripoll, “entonces, un entierro no deja de ser una obra teatral sin ensayar, pero en la que todo el mundo sabe exactamente lo que tiene que hacer”.

Y sí, “Arturo quería fiesta, mucha alegría, pluma, colorido y locura”, añadió la también intérprete Virginia Melgar, “pero como ninguna funeraria quería hacerle este tipo de funeral, su familia decidió contratar a La Cubana”. Y menuda la que han organizado: han invitado a todo el círculo de Arturo, que no es poco, pues este hombre, que nació en 1917 y ha muerto con 102 años, conoció y vivió todos los hitos históricos que se conocen en ese tiempo. Desde Barack Obama hasta Ava Gardner, pasando por Richard Nixon y Ringo Star. Además, a la celebración, la compañía ha invitado a una cantante de rancheras mexicana, que se hace llamar Lupita Olivares, así como a todos los pertenecientes de las asociaciones que Arturo, en su larga vida, fue inaugurando.

“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
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España, llena de loros

La Cubana lleva, desde mayo de 2018, llenando ciudades españolas de loros, colores y risas. Desde que comenzó la gira en el Teatro Olympia de Valencia, la compañía catalana ha viajado por todo el país -unas 30 ciudades- para terminar, después de su estancia en la capital, en el Teatro Coliseum de Barcelona. Volverán a su lugar de origen en septiembre de 2020 para cerrar la gira de “Adiós Arturo”, obra que ha llegado a congregar más de 205.000 espectadores durante todos estos meses.

DÓNDE: Teatro Calderón, c/ de Atocha, 18, Madrid.

CUÁNDO: hasta el 1 de diciembre de 2019.

CUÁNTO: de 19 a 39 euros.

“Adiós Arturo”: un funeral con rancheras y plumas
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