Lo que importa es la luz

Gonzalo Chillida y su muestra monográfica viaja por el mundo, hoy se inauguró en Roma.

Y allí enfrente, de las estatuas de la fuente de Gian Lorenzo Bernini, los paisajes de una tierra apacible vasca cuelgan en los muros.

Marinas (2005), Bosque (1964) y la serie para el libro de Juan Ramón Jiménez "El nuevo mar" (1969)
Marinas (2005), Bosque (1964) y la serie para el libro de Juan Ramón Jiménez "El nuevo mar" (1969)VL9.IT

Esta mañana los navegantes de los cuatro ríos de la fuente de la Plaza Navona parecían asomarse por las ventanas de la Sala Dalí del Instituto Cervantes en Roma. Entre ellos se “apreciaba un diálogo diferente” a lo que vienen haciendo desde el siglo XV, y su razón tenían.

Cuando le pregunté a Alicia Chillida, su parentesco con el autor de esta muestra monográfica, me emocionó su tono y su respuesta “¡es mi padre!”. Quería confirmar que delante de mí estaba la que una vez, de niña, acompañó al artista en aquellos paseos en donde él no sólo veía, en la superficie del mar el oleaje y la espuma del agua salada, sino metía mentalmente su brazo para “tocar” las profundidades del océano y no sólo, también de la tierra, del planeta y del mundo en el que vivimos.

Esta mañana las emociones estaban a flor de piel en la sala de exposiciones del Cervantes en Roma, cuando se hizo la foto de grupo. El “lo hemos conseguido” fue unánime. “Hace un par de años, con una colaboración institucional sin precedentes, para el Museo de Bellas Artes de Bilbao, uniendo a importantes instituciones , el Instituto Cervantes, Acción Cultural Española, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Instituto Etxepare y su libro con ensayos de poetas y escritores importantes que no solo admiraba al artista sino que también convivieron con él, arrancó este sueño” así lo contaba Silvia García Luisa, Coordinadora de Actividades del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Silvia García Luisa. Coordinadora de actividades del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Juan Carlos Reche, Director del Instituto Cervantes en Roma. Alicia Chillida, Comisaria de la muestra e hija del artista. Isabel Izquierdo, Directora de Programación de Acción Cultural España y Ernesto Pérez Zúñiga, Subdirector de Cultura del Instituto Cervantes
Silvia García Luisa. Coordinadora de actividades del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Juan Carlos Reche, Director del Instituto Cervantes en Roma. Alicia Chillida, Comisaria de la muestra e hija del artista. Isabel Izquierdo, Directora de Programación de Acción Cultural España y Ernesto Pérez Zúñiga, Subdirector de Cultura del Instituto CervantesAlicia Romay

La exposición es importante porque inició su viaje en Bilbao en donde también lo terminará, ha estado en París, hoy se inauguró en Roma y permanecerá hasta el 9 de Julio de 2022. En Julio viaja a Tokio.

A Gonzalo Chillida no le interesaban las figuras humanas, es muy “morandiano” asegura su hija que es comisaria de la muestra, y aclara que el pintor italiano decía “no hay nada más irreal que la realidad”.

En las pinturas muestra su sentido del paisaje, como una recopilación etnográfica, de su tierra, de la luz, de la atmósfera, la nieve, la niebla…una escenificación de su tierra del norte.

Chillida salía de su estudio para ir al mar, al monte y para fotografiar vistas de sus ciudad. Al mirar sus cuadros le pregunté si su padre era melancólico, y lejos de serlo, aseguró que era afable y muy alegre pero muy serio. Sus intereses siempre fueron los mismos, la mar, el monte, su ciudad…

Cuando estuvo aquí en Italia en Cerveteri, inició a experimentar realizando fotografías con su primera cámara que utilizó como herramienta para su pintura, era una Leika que le había regalado su padre. Tenía un laboratorio en donde revelaba en blanco y negro.

El pintor Antonio Saura, escribe en el catálogo de la muestra, su convivencia con algunas piezas del artista: " Desde hace muchos años, durante el verano en Cuenca, contemplo a menudo dos pequeñas pinturas de Gonzalo Chillida. Colocadas en un lugar frecuentado de la casa, constituyen un remanso de paz, unos espejos propicios para la reflexión, una apacible, humilde y cálida compañía” y al describir uno de ellos dice: “La sensación de infinitud de un posible mar brumoso confundiendo con un posible cielo, sin otra misteriosa referencia que su misteriosa vaguedad, está lograda por medios puramente plásticos sin recursos ilusionistas”.

En el muro de la izquierda: Urgull,c. (1980) En el centro : Bosque (1986) En el muro de la derecha: San Sebastián desde la mar (1972)
En el muro de la izquierda: Urgull,c. (1980) En el centro : Bosque (1986) En el muro de la derecha: San Sebastián desde la mar (1972)VL9.IT

Francisco Calvo Serraller, en el libro publicado con las obras de Gonzalo Chillida, califica de bello y justo el texto que escribió sobre la obra del artista Gabriel Celaya, que aludía al carácter metafísico implicado en la representación de lo inhumano y el paisaje de la naturaleza deshabitada y Serraller destaca que: “Tal como le ha ocurrido a Gonzalo Chillida, cuando se llega a estas verdades últimas, no cabe el entretenerse con estos cambios de visión” y subraya que no cabe la menor duda que la actitud y su obra es propia de un visionario romántico, de un místico que no puede encelarse con lo pintoresco de la naturaleza, porque ha penetrado en su esencia”.

Visitar Roma y encontrarse en plena Piazza Navona la muestra de Gonzalo Chillida es más que una mera emoción.

Del 19 de Marzo al 9 de Julio de 2022, en la Sala Dalí del Instituto Cervantes. Piazza Navona 91. Roma.