La intuición artística de Elena Ksanti llega a la rompedora Galería María Porto
La pintora expondrá 14 de sus obras abstractas en dicho escenario madrileño a partir del próximo lunes 17 de octubre
Creada:
Última actualización:
La intuición es una habilidad que puede ser tan peligrosa como acertada, tan ambigua como directa, tan esperanzadora como decepcionante. La intuición es un concepto repleto de contrastes, pero cuya existencia apela a la creatividad y a la confianza en uno mismo. Por ello se trata de un valor a realzar en quienes lo toman como herramienta para vivir, trabajar o para ejercer ese bello derecho a expresarse. Elena Ksanti y María Porto son ejemplos de dos mujeres intuitivas, elegantes, profesionales y con carácter. Artista y galerista, respectivamente, utilizan la intuición como la vía de comunicación entre sus conocimientos y un lienzo o unas paredes en blanco. De tal manera que el resultado de sus proyectos suele ser tan rompedor como certero. Ahora, el trabajo de ambas se ha unido con el fin de ofrecer al espectador una experiencia revitalizante desde el arte, y se trata de la exposición “Portal”, de Ksanti, que se mostrará en la Galería María Porto (en el interior de El Corte Inglés de Castellana, en Madrid) a partir del lunes 17 de octubre.
Las obras de la artista, en especial las 14 que se expondrán en la galería -creadas entre 2021 y 2022-, tratan de inspirar un conocimiento más profundo del mundo. Todo ello, a través de la ambigüedad que, como la propia intuición, conlleva el tomar una decisión: “‘Portal’ trata de aquellas cosas que pueden ayudarte a trasladarte de una realidad hacia otra. Es una exposición que trata sobre la capacidad de elegir realidades, que te da los instrumentos para cambiar de escenario. Cuando yo quiero cambiar de realidad hago arte, pero hay muchos mecanismos diferentes que te permiten hacer ese viaje”, explica a este diario Ksanti. Por tanto, estas pinturas evocan al espectador el derecho a elegir si ser felices o sufrir, si ser amados o no, si sentirse vivo o si vivir sin emociones. Unas obras que funcionan, si me permiten la redundancia, como portales hacia una zona de crecimiento, tomando como punto de partida el esfuerzo propio que conlleva entender nuestra propia realidad.
De esta manera, el intuitivo arte abstracto de Ksanti ha compaginado con creces con la experiencia y profesionalidad de Porto, quien sitúa la base de este proyecto “en la confianza. Como galerista, debes respetar muchísimo el proceso creativo de la artista, lo que ella quiere mostrar, cómo lo quiere, pero a la vez también comunicándole cómo es el público español o cómo está funcionando la extracción”, explica a LA RAZÓN. Un respeto que vuelca en su galería como escenario de la exposición, que a nivel espacial es la obra de arte la que decide: “Cuando levantas una pintura y empiezas a moverla ves realmente dónde está su sitio. Los cuadros tienen su sitio, lo piden, y a partir de ahí empiezas a generar todo el entorno. En una galería nada es casual”, asegura.
Una experiencia gratificante
Tanto Ksanti como Porto coinciden en que la preparación de esta muestra ha sido una experiencia bastante gratificante. En el caso de la galerista, “he aprendido a trabajar con alguien que no estaba en España, lo que normalmente no es fácil. Pero ha ido sobre ruedas, porque Elena es una pintora que es pragmática, y he aprendido a estar tranquila porque hemos estado muy conectadas. A partir de ahora me voy a atrever a hacer más exposiciones de artistas de fuera”, augura. Por su parte, la pintora subraya que “María es una gran profesional, y es un placer estar en sus manos. Además, Madrid es maravillosa, es una ciudad increíble, una gran combinación de literatura y cultura moderna”.
Y, como fruto a esta ambiciosa colaboración, ya no solo figuran dos inauguraciones consecutivas que, por no superar aforo, celebrarán 18 y 19 de octubre, sino también la repercusión en público y coleccionistas. Las obras de Ksanti ya cuentan con potenciales compradores, lo que la artista espera disfrutar aunque “de primeras vender una obra es algo muy difícil, es como si vendieses a tu hijo. Es como si se quisieran llevar una parte de mí, pero he aprendido a dejarlas ir, porque uno de los propósitos del arte es hacer que la gente disfrute. Soy más liberal en ese sentido”, confiesa. Por su parte, Porto resalta que “no hay mayor apuesta que poner tu dinero y tu alma en la obra de alguien. A veces incluso a los galeristas nos cuesta desprendernos de estas pinturas, pero piensas que va a casa de gente que la va a disfrutar, que va a vivir con ella y le va a dar otro sentido, y eso tiene más peso”.
Dos mujeres, por tanto, con fuerza, talento y gran profesionalidad, cuya intuición casa perfectamente con las numerosas posibilidades que confiere dedicarse al mundo del arte. Una propuesta que, como transmiten las propias obras de Ksanti, busca trasladar al lector a un mundo paralelo, cuyo escenario es el de la Galería María Porto, que además cuenta con un rompedor planteamiento: al estar en el interior de El Corte Inglés, no existen paredes, sino que obras de arte y espectador se entrelazan en un mismo terreno, con el fin de hacer más accesible y abierto el universo artístico.