El Reina Sofía, contra las cuerdas

El Museo Reina Sofía ha sido el último en confesarse sumido en la etapa «horribilis» que está viviendo la cultura en España. Hace un mes, el Prado reveló unas pérdidas de más de seis millones de euros en 2013 –casi seis veces más que el año anterior– y ayer, otra de las insignias museísticas de Madrid, sacó a la luz su déficit de un millón de euros que resultó las cuentas del año pasado. El director del Centro Nacional de Arte Reina Sofía (CNARS), Manuel Borja-Villel, fue claro en su valoración: «Hemos tocado fondo. En 2014 hemos llegado a las líneas rojas».

Con 33 millones de presupuesto –cifra que se ha visto reducida un 45% durante la etapa de crisis económica– y una caída del 21 % de visitantes en el primer semestre, en comparación con la cifra de 2013, los responsables del centro esperan que la aportación del Gobierno «se mantenga o se aumente un poco» porque en cuanto a los ajustes han hecho los «deberes», afirman. «Lo siguiente sería apagar la luz», dicen, ya que el museo ha reducido al máximo los costes estructurales –incluso se ha bajado el consumo energético, añadieron– y ha trabajado por buscar recursos propios. En este sentido, Borja-Villel se mostró satisfecho porque los ingresos propios han aumentado «exponencialmente», de hecho se han «más que duplicado» y representan un tercio de lo que genera el museo. El aumento de patrocinadores, la consecución de recursos, los ingresos de algunas itinerancias y las donaciones a través de la Fundación Reina Sofía han contribuido a «achicar aguas» en el Reina Sofía.

Precisamente, el director del museo anunció que la periodista y filóloga Ana Tomé, veterana de la gestión cultural pública, tomará las riendas de la Fundación del Reina Sofía, que se constituye con la misión de conseguir aumentar los patrocinios y los donantes. La institución arranca además centrada en Latinoamérica, por lo que «había que buscar una figura que conociera muy bien la zona y que esté muy bien relacionada con el sector artístico», añadió Borja-Villel para justificar la designación de Tomé, que tomará posesión el 13 de octubre.

A la espera de la ley de mecenazgo y con la esperanza de que el cierre del presente ejercicio no repita el déficit de 2013 –cosa que no descartan–, el Museo Reina Sofía presentó su nueva temporada, que «sigue centrada en lo contemporáneo, sin bajar la intensidad de actividades previstas». Según Borja-Villel «la oferta cultural no se ha visto afectada por la situación económica».