La venta-trampa de Modigliani
Sotheby’s saca al martillo “Desnudo acostado (sobre el lado izquierdo)” del artista con el denominado precio de garantía y lo aúpa hasta el cuarto puesto de las obras más caras vendidas en una subasta
Sotheby’s saca al martillo “Desnudo acostado (sobre el lado izquierdo)” del artista con el denominado precio de garantía y lo aúpa hasta el cuarto puesto de las obras más caras vendidas en una subasta
Un desnudo, más recatado que el que se vendió en 2015 se pagó por él 143,8 millones de euros) y que se convirtió en la segunda obra más cara despachada en una subasta (hasta que llegaron los más de 400 millones de “Salvator Mundi” y lo pusieron todo patas arriba) ha movido de nuevo la lista del “top ten” y se ha colocado en el cuarto puesto con 131,8 millones de euros. Si la semana pasada era la imponente doble sesión benéfica de Rockefeller la que removía de nuevo el mercado con una recaudación tan astronómica que superaba los 800 millones de euros, el lunes le tocó el turno a Sotheby’s, que consiguió batir su venta más cara y colocó en el podido al artista italiano de origen judío. La obra, que en su día hizo necesaria la intervención de la policía para clausurar la sala en la que se exponía (hablamos de principios del siglo XX) presenta a una mujer recostada de espaldas y ofrece dos de las características de las pinturas del artista, los cuellos alargados y los ojos en forma de almendra. Había una gran expectación por ver cómo se desarrollaban las pujas tras los últimos pelotazos de Christie’s. El lote 19 acaparó las miradas de los presentes en la sala; sin embargo, la puja fue vista y no vista, pues el lienzo, fechado en 1917, tenía lo que se conoce en el mundo de las subastas como un “precio de garantía”, es decir, que la obra estaba ya vendida de antemano, una práctica cada vez más habitual que quita ciertas dosis de adrenalina y misterio a la sesión, y que volvió a reanudarse a partir de 2011, ya que se había detenido por el tema de la crisis. En el caso de la garantía es la propia casa de subastas quien arriesga su dinero pues, suceda lo que suceda, la sala, en este caso Sotheby’s, que es quien ha vendido el desnudo de Modigliani, es quien asegura un precio fijo al propietario de la pieza. Si el precio final se supera la sala puede incrementar su comisión al haber arriesgado económicamente. En algunas ocasiones, si el subastador se da cuenta de que las pujas no se van a incrementar y que la venta no se mueve se recurre a las denominadas “pujas de mentira”, realizadas en el patio de butacas por personal contratado para ello. No ha sido el caso del lienzo del artista.
“Desnudo acostado (sobre el lado izquierdo)” es una obra que estuvo expuesta hasta finales de abril en al Tate Modern en la gran exposición que le dedicó el centro de arte. La subastadora, Helena Newman, poco trabajo tuvo que hacer con el lote, pues la puja se desenvolvió rápidamente y sin sobresaltos en una sala, como es común en estas sesiones-show en la que en el patio de butacas se sitúan los denominados VIP VIP (Very Important People), en los palcos los VIP y en el hall, es decir, fuera de la sala, los VOP (Very Ordinary People), que sigue el desarrollo de la sesión a través de una pantalla. A los que pujan in situ se unen los que lo hacen on line.