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Buñuel habla desde su tumba

Jean-Claude Carrière continúa la autobiografía del gran realizador aragonés

Buñuel habla desde su tumba
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Jean-Claude Carrière continúa la autobiografía del gran realizador aragonés

Luis Buñuel falleció el 29 de julio de 1983, pero todavía tiene mucho que decirnos. Buena prueba de ello es el nuevo libro de quien fuera uno de sus más íntimos colaboradores, el guionista francés Jean-Claude Carrière, que acaba de publicar «Buñuel despierta», publicado por Oportet Editores. El volumen es una continuación de «Mi último suspiro», la autobiografía del autor de «Ese oscuro objeto del deseo».

Carrière estuvo hace unas semanas en el Festival de Cine de Huesca para recoger el Premio Luis Buñuel y habló con este diario de quién ha sido una de las más importantes influencias de su carrera escribiendo para el séptimo arte. Su libro es «un homenaje al gusto de Buñuel por las novelas góticas inglesas, por las historias de ultratumba y de misterio. Hablamos mucho de todo esto e, incluso, hicimos una adaptación de una de esas obras, “El monje” que no pudo filmar. Es un homenaje particular a Luis que está vivo en su tumba, como si pudiéramos mantener un diálogo con él. También es una manera de tratar de decirme a mí mismo lo que pensaría Buñuel de lo que pasa hoy». El que fuera guionista de «Diario de una camarera», «El discreto encanto de la burguesía» o «El fantasma de la libertad» reconoció que las páginas de «Buñuel despierta» están basadas en hechos reales, en sus numerosas conversaciones con el cineasta. «Hay muchas cosas auténticas que habíamos olvidado decir en “Mi último suspiro”. Hay anécdotas, un montón de bromas y reflexiones de Luis que son ciertas», explicó. Tal es la cantidad de información que todavía guarda Carrière que no descarta incluso escribir una tercera entrega de estas memorias buñuelianas sin fin.

Una obra inútil

En «Buñuel despierta», el gran realizador sigue admitiendo que no le gusta ninguna de sus películas. «No le gustaba hablar de sus películas. Él consideraba que hablar de su obra era totalmente inútil. Lo que importaba era verlas o no verlas. Nada más», apuntó. Una de las cosas que le llaman la atención al Buñuel que yace en una tumba en Montparnasse, uno de sus cementerios favoritos, es constatar que la película que más dinero da de cuantas rodó es «Belle de jour». «Él era muy consciente de que había hecho una cinta erótica sin enseñar nada, ni un seno femenino», dijo Carrière. La gran frustración, tanto para Buñuel como para su colaborador, fue «El monje», adaptación de la novela escrita de Matthew Gregory Lewis y que nunca pudo ser rodada por el aragonés. «Nos gustaba mucho el guión y por motivos de producción no pudo hacer la película. Luego otro realizador la filmó, pero lo hizo muy mal», explicó Carrière, añadiendo que, como compensación, recientemente Jeanne Moreau ha dado voz a ese guión leyéndolo en el Festival de Angers. «Ya tenía 80 años y me pidió leerlo en público. Lo hizo de una manera maravillosa. Es un testimonio maravilloso de ser fiel a alguien».

El Buñuel de ultratumba parece no haber perdonado a quien fuera uno de sus más íntimos amigos de juventud, Salvador Dalí, con quien escribió los guiones de sus dos primeras producciones, «Un perro andaluz» y «La edad de oro». Carrière sonríe cuando se le pregunta por el pintor ampurdanés y sus vínculos con Buñuel: «Cuando se celebró la retrospectiva de Dalí en el Pompidou, en 1979, el pintor quería tener allí el retrato que le dedicó a Buñuel en su juventud y que ahora está en el Reina Sofía. Luis lo dejó. Los dos aceptaron reunirse para comer en mi casa y verse, pero los dos estaban enfermos. Así que uno tuvo que volverse a Cataluña y el otro a México. No pudo ser».