Cate Blanchett: «Si te enamoras por segunda vez sabes a qué te arriesgas»
Protagoniza junto a Rooney Mara el precioso melodrama de Todd Haynes sobre una relación prohibida entre dos mujeres en la América de los 50.
Protagoniza junto a Rooney Mara el precioso melodrama de Todd Haynes sobre una relación prohibida entre dos mujeres en la América de los 50.
Cate Blanchett es una de esas actrices que convierte en oro todo lo que toca. Tiene acumulados tres Oscar, tres S.A.G. (premios que otorga el sindicato de autores), tres Globos de Oro y otros tres premios de la Academia Británica. Cualquiera diría que se los regalan, pero lo cierto es que la actriz de origen australiano no ha parado de trabajar desde 1998. Ahora estrena «Carol», basada en el libro de Patricia Highsmith «El precio de la sal», que relata la vida de dos mujeres en los años cincuenta que viven una relación amorosa con las dificultades propias de la época. El filme está coprotagonizado por Rooney Mara.
–¿Conocía la novela?
–La leía hace mucho tiempo. Tuve la suerte de participar en la película «El talento de Mr. Ripley», de Anthony Minghella, y leí mucho a Patricia Highsmith. Me sorprendió la fuerza emocional de la obra, y lo atrevida que era para la época en la que se escribió. Lo mejor de trabajar en un proyecto basado en una suya es la riquísima vida interior de los personajes. Es una maestra a la hora de mostrar que todo adulto tiene secretos. Y lo ambienta en la época en que lo escribe, los años 50, en la que era muy difícil, prácticamente imposible, contarle esos secretos a alguien, aunque no tuvieran que ver, como en este caso, con la sexualidad de la gente. Ésta fue la primera novela de la literatura gay que tenía un final feliz sin que uno de los personajes se enamorara de alguien del sexo opuesto y se reconvirtiera a la heterosexualidad, o se suicidara.
–¿Cómo definiría a Carol?
–Es una persona con un gran sentido del orgullo y lo bastante sensible e inteligente para saber cómo funciona el mundo y ver que ella no encaja. Pero pienso que cree que ha encontrado un modo de conducirse en la vida que parece que la hace sentir muy sola.
–¿Cuál opina que era la idea sobre el amor que tenía Carol?
–Ha tenido un hijo, ha tenido una relación, ha roto esa relación, se ha enamorado de una mujer... Ha vivido muchas cosas que Therese, simplemente por su edad y por su entorno no ha vivido, así que Carol piensa: «Si me lanzo de cabeza a esta relación, lo haré de forma distinta que otra chica mucho más joven». Porque cuando te enamoras por segunda vez, quizá más profundamente que la primera, sabes a qué te arriesgas y, por tanto, lo que podrías perder. Y hay cierta melancolía, cierta pesadumbre, una aprehensión distinta que Therese aún no entiende, pero quizá al final de la película sí que comprende esa pérdida, lo que hace que su amor pueda ser aún mejor en el futuro.
–¿Cómo ha sido trabajar junto a Todd Haynes?
–Puede parecer ridículo y obvio decir esto de un director, pero se fija muchísimo en los aspectos visuales, y utilizó numerosas referencias diferentes en este proyecto. Ha hecho películas sobre gente marginada, o sobre personas que piensan distinto a la mayoría, de una forma u otra, pero aquí ha abordado aspectos formales que nunca le había visto abordar. Hay muchísimos reflejos. Los personajes a menudo se desvanecen en la sociedad en la que viven, como sucede con los taxis que pasan. Trabaja con una estética sutil y delicada. Es muy optimista, muy sensible, siempre está de buen humor, y es generoso hasta decir basta. Fue maravilloso trabajar con él.
–Imagino que tendría buena química con Rooney Mara.
–¡Ha sido genial actuar junto a ella! Es fantástica. Las dos habíamos coincidido a las órdenes de David Fincher y Steven Soderbergh y fueron experiencias fantásticas. Sabía que ambos, a quienes adoro, adoran también a Rooney, así que suponía que iba a ser genial, pero no me imaginaba lo estupenda, abierta y libre que era Rooney. Nada la perturba.