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«Coartadas», o la mentira a un solo clic

La «iberización» del filme francés «Alibi.com» está protagonizada por Jaime Lorente

Jaime Lorente es el protagonista de este enredo amoroso .

Este medio no pretende crear juicios morales, pero es probable que algunos de los que vean «Coartadas» desearían que la empresa homónima de la película, dedicada a montar excusas a infieles o mentirosos para que no les pillen en su fraude, existiera. Sin embargo, vamos a dejar las especulaciones para la cámara.

La nueva película de Martín Cuervo, ya recurrente del género cómico nacional, es un remake o, como lo definen Ana Jara y Antón Lofer, dos de los secundarios, una «actualización» de la francesa «Alibi.com». Ha sido convertida, según su cineasta, en un «Ocean’s Eleven a la española». Para ello hizo falta librarse de la casposidad que la original posee para el equipo. El realizador asegura que ha dotado de mayor humanidad a los personajes y adaptado la historia al humor ibérico.

Los protagonistas son Jaime Lorente, fundador de la controvertida compañía, y Adriana Torrebejano, con la que iniciará una relación sin revelar su profesión. «En la vida real sólo perdonaría a mi pareja que me ocultara su trabajo si fuera agente secreto o astronauta», sentencia con humor la «engañada» en la ficción. Su compañero, conocido por roles más serios, está satisfecho con la obra, pues le ha permitido estar en una «comedia pura», reto que ansiaba superar. Afortunadamente, ambos actores se llevan bien cuando el objetivo no está grabando, por lo que la creación de la química fue tarea fácil.

Difícil sin conexión

La misma experiencia vivieron Leo Harlem y Llum Barrera, que se ponen el disfraz de suegros de Lorente. La actriz, no obstante, admite que puede llegar a ser difícil plasmar una relación amorosa si no hay conexión. Su vínculo en la cinta pasa por un momento difícil, pues él ha decidido contactar con los profesionales del fraude sentimental sin conocer que su yerno es uno de ellos…

Estas víctimas y verdugos a lo largo del metraje se llegarán a cambiar los papeles. Rasgando el guión y traspasándolo a la vida real, preguntamos si alguna vez han necesitado ellos un servicio de coartadas. Todos dictan que únicamente para bautizos, bodas o cumpleaños de un familiar lejana habría estado bien. Afortunadamente, o, al menos, sólo cuando está el periodista delante, para un «affair» expresan que no lo hubieran reclamado jamás.