Gerard Butler:«Si no remamos en la misma dirección, adiós al planeta»

En «Geostorm» es un científico que lucha contra una serie de desastres naturales sin precedentes.

Su acento escocés se ha ido suavizando con los años, pero aún le queda lo suficiente como para embaucar a cualquier fémina. Quería ser abogado pero el destino hizo que el actor Steven Berkoff se cruzara en su camino y le propusiera participar en la obra de teatro «Coriolanus». Tras esta experiencia decidió aparcar los estudios de leyes y sumergirse de lleno en la interpretación. Su siguiente personaje sería un éxito, con la adaptación teatral de «Trainspotting», la cinta icónica de Danny Boyle. En 1997 llegaría su primer papel en el cine, pero sería dando vida al Rey Leónidas de Esparta en la impactante «300» cuando se daría conocer entre el gran público. Ahora Butler tiene en sus manos salvar al mundo en «Geostorm», donde interpreta a Jake, un diseñador de satélites que tiene todas las claves ante la tormenta perfecta que se avecina y que viaja al espacio para controlar el fallo en cadena de los satélites meteorológicos que manejaban la climatología del mundo hasta entonces sin tacha ninguna. La cinta está dirigida por Dean Devlin, guionista y productor de «Independence Day». Los papeles de galán romántico han quedado aparcados y Butler se remanga para poner al planeta a salvo.

–El estreno del filme coincide precisamente con un momento de grandes catástrofes naturales: huracanes, terremotos e incendios devastadores, como el de California, se suceden a lo largo del planeta.

–Ha sido una casualidad que nos debe hacer pensar. Bien es cierto que el filme nació alrededor de la idea del calentamiento global. Nuestra intención ha sido tomarnos el tema con la mayor sensibilidad posible y mandar el mensaje de que en el algún momento todos nos tenemos que poner del mismo lado porque navegamos en el mismo barco. El cine acaba por ser un reflejo de lo que sucede a nuestro alrededor, aunque la realidad supere a la ficción a veces.

–Me interesó el guión, que fuera una película de acción y de entretenimiento. Una de las razones por las que me dediqué al cine es por poder vivir otras vidas y escapar a mundos diferentes.

–No, en absoluto (risas). Es precisamente esa parte en la que he tenido que poner más esfuerzo interpretativo. No soy un experto, para nada.

–Increíble. Nunca me he encontrado con una niña con tanto talento como ella. Es respetuosa, amable, interesante y, sobre todo, trabajadora. Solo te puedo decir cosas buenas. Todo el equipo se enamoró de ella. No sé cómo explicarte la conexión tan especial que hemos llegado a tener.

–Así es, aunque esto solo sucede en la pantalla, pues mi hermano y yo mantenemos una estupenda relación, no tan competitiva como los personajes de «Geostorm». Él me dice a la cara lo que no está bien con el objeto de ayudarme y yo hago lo mismo cuando me lo pide.

–Intento reciclar. También realizo donaciones a varias organizaciones medio ambientales. Una de las razones por las cuales me decidí a participar en este proyecto fue precisamente porque creo que transmite un buen mensaje.

–Sí. Estaba en Nueva York cuando ocurrieron los ataques del 11 de septiembre y también he padecido los efectos del huracán Sandy. Y ante estas situaciones no pierdo la calma sino que actúo con la mayor tranquilidad posible, aunque en ocasiones resulte complicado, como cuando viví de cerca los disturbios en Los Angeles por el apaleamiento de Rodney King. Fue terrible.

En los próximos días, Butler volverá a meterse en la piel del agente del Servicio Secreto Mike Banning durante el rodaje de la tercera parte de la saga «Objetivo». En el caso de esta cinta, que se estrenará el año que viene en España, él mismo estará en el punto de mira de los terroristas internacionales.