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estreno
Crítica de "La red fantasma": la venganza se sirve en frío ★★★ 1/2
Director: Jonathan Millet. Guion: Jonathan Millet y Florence Rochat. Intérpretes: Adam Bessa, Tawfeek Barhom, Julia Franz Richter, Hala Rajab. Francia, 2024. Duración: 106 minutos. Drama.

“La red fantasma” plantea una mirada distinta sobre el problema de los refugiados sirios en la Europa de la pasada década. No se trata tanto de hablar de la supervivencia en la precariedad o de la integración ante el racismo o las trabas burocráticas, sino de la superación de un trauma que solo puede cerrarse a través de la venganza, del ajuste de cuentas, y no del perdón o la reconciliación. En su debut en el largo de ficción, Jonathan Millet se pega a la espalda de una víctima -Hamid, que, estando preso, fue torturado por el régimen de Al-Ásad y perdió a su mujer y a su hija en un bombardeo- que forma parte de una red de refugiados que buscan criminales de guerra escondidos en Europa, lobos con piel de cordero.
Basada en hechos reales, tiene la virtud de centrarse en la obsesión de ese personaje, que el espectador descubre gradualmente, a partir de la descripción de su vida cotidiana, que gira en círculos como lo hace un buitre al avistar a su presa, y de la ajustada, tensa interpretación de Adam Bessa, que, con los hombros hundidos y la mirada abrumada, parece incapaz de percibir a nadie más que a su principal sospechoso.
Así las cosas, la película funciona más como un thriller psicológico que como cine social, sobre todo porque le gusta sembrar la sombra de una duda sobre el presunto verdugo. El primer encuentro entre Hamid y su supuesto torturador es, en este sentido, ejemplar. La piel de gallina, oigan.
Lo mejor:
Que aborda el tema de los refugiados sirios en Europa desde el thriller psicológico.
Lo peor:
Que, a veces, como su protagonista, parece encallada en su relato obsesivo.
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