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Estreno

Crítica de "El salto": maldito regreso a Melilla ★★1/2

Dirección: Benito Zambrano. Intérpretes: Moussa Sylla, Edith Martínez Val, Nansi Nsue, Mariola Fuentes, Mari Paz Sayago, Vicky Peña, Vicenta N’Dongo. España, 2024. Duración: 90 minutos. Drama.

Crítica de "El salto": maldito regreso a Melilla ★★1/2
Crítica de "El salto": maldito regreso a Melilla ★★1/2LA RAZÓN

Dirección: Benito Zambrano. Intérpretes: Moussa Sylla, Edith Martínez Val, Nansi Nsue, Mariola Fuentes, Mari Paz Sayago, Vicky Peña, Vicenta N’Dongo. España, 2024. Duración: 90 minutos. Drama.

Ellos también están solos, aunque la soledad sea distinta, o quizá no tanto, a la de aquellos tres personajes que protagonizaron en 1999 la excelente ópera prima de Benito Zambrano. Todos parecen olvidados, o repelidos, por la sociedad, como Ibrahim, que llegó a España desde Guinea y trabaja, sin papeles, en Madrid junto a su pareja embarazada. Un día es detenido por la policía y deportado a su país de origen por carecer del permiso de residencia. Pero el protagonista hará cuanto sea posible para volver de nuevo. Y lo logrará no sin antes recorrer África, instalarse en un campo de refugiados donde las mujeres sufren violaciones, y no únicamente por parte de los soldados marroquíes, acabar convertido, como tantos otros, en ganado tras pagar centenares de euros a los traficantes (o esclavistas, sería más idóneo el término) y conocer a una joven con un pasado muy duro obsesionada con saltar la valla de Melilla. Sí, consigue lo que buscaba, regresar. Aunque el futuro siga dibujándose igualmente duro e incierto. Un nuevo filme sobre la inmigración, sobre estos seres que intentan escapar de la pobreza y las guerras, y las, por lo común, durísimas condiciones de vida que encuentran luego en Europa, que parece, sin embargo, seguir demasiado a pie juntillas un patrón no exento ya tampoco de ciertos estereotipos. No hay sorpresas en la humana y verdadera película de Zambrano, pero continúan existiendo las mismas incertidumbres.

Lo mejor: lo hemos visto mil veces en el cine y la vida real, pero siempre impactan las escenas de la valla

Lo peor: que, sobre el tema que trata, existen ya películas aún más duras y redondas