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Historia

¿Dónde están los muertos de Britania?

Una investigación procura desvelar un gran misterio: ¿por qué hay tan pocos enterramientos del siglo V, una vez el Imperio Romano abandonó este territorio?

La derrota de Britania a manos de Claudio. Relieve del Sebasteion de Afrodisias, 20-60 d.C.
La derrota de Britania a manos de Claudio. Relieve del Sebasteion de Afrodisias, 20-60 d.C.Museo Arqueológico de AfrodisiasMuseo Arqueológico de Afrodisias

Uno de los debates historiográficos más extendidos en el tiempo y que sigue estando vigente es la caída de Roma y sus consecuencias. Frente a una visión decadentista y tremendista representada, por ejemplo, por el historiador y arqueólogo francés André Piganiol y su enfático «la civilización romana no murió tranquilamente, fue asesinada», en los años setenta el irlandés Peter Brown dio carta de nacimiento en su magistral «El mundo de la Antigüedad Tardía» a un vibrante período de transición que ha originado una fructífera historiografía. En contraposición a un modelo decadentista encarnado en el concepto de Edad Oscura, la Antigüedad Tardía que, de forma general, abarca los siglos III al VIII, se tornaba más compleja y proteica desde todos los planos posibles, primando más los conceptos de cambio, transformación y legado que la ruptura.

Hispania fue importante en la época del Imperio Romano, y por eso a día de hoy nos encontramos ruinas, restos, monumentos y hasta teatros o anfiteatros romanos en España
Hispania fue importante en la época del Imperio Romano, y por eso a día de hoy nos encontramos ruinas, restos, monumentos y hasta teatros o anfiteatros romanos en EspañaDreamtime

Con respecto a las continuidades, es curioso ver cómo en las zonas previamente dominadas por Roma reaparecen o se fortalecen tradiciones y hábitos procedentes de las poblaciones prerromanas como, por ejemplo, la reocupación de espacios de hábitat en altura, la vuelta a tipologías o motivos decorativos cerámicos abandonados siglos atrás, como sucede en Hispania. Un recuerdo a veces fomentado por los nuevos ocupantes como sucede con los vándalos, que resucitaron la imaginería púnica con el fin de fomentar la cohesión con los africanorromanos a través del legado de la antigua república de Cartago en oposición a Roma, o los visigodos, que retomaron la etnonimia prerromana para la reorganización provincial de Hispania como lo demuestra la creación de Carpetania en el interior peninsular. Sobre este diálogo entre lo prerromano y lo posrromano versa «Where is everybody? The unburied dead in late Roman and early medieval England», artículo publicado en «Antiquity» por Emma Brownlee y Alison Klevnäs, investigadoras de Cambridge y Uppsala.

Periodo de transición

En esta interesantísima investigación se analiza una curiosa circunstancia de la Britania posrromana: apenas se encuentran enterramientos en el siglo V después de que esta antigua provincia, conquistada por el emperador Claudio a mediados del siglo I, se independizase en el año 410 a consecuencia de la indefensión provocada por la usurpación tres años antes de un Constantino III que, según el hispano Orosio, «no hizo ninguna otra cosa que daño al Estado». Este último eslabón de una serie de usurpadores en la guarnición britana retiró a la mayor parte del ejército de la isla para marchar a la Galia e intentar asumir el trono imperial, dejando indefenso este territorio frente a los piratas célticos y germanos. Tanto que los britanorromanos abandonaron el imperio y, aunque al principio consiguieran defenderse, la progresiva llegada de anglos, jutos y sajones desde mediados de siglo al litoral oriental de la isla acabó por cambiar la historia de esta antigua provincia para siempre. Es en este período de transición donde los enterramientos parecen prácticamente haberse volatilizado, en especial en el medio rural, y no a causa del exterminio de su población, pese a lo que alguna fuente agorera relativamente contemporánea afirmase, aunque se haya constatado un cierto declinar. Así pues, esta investigación se pregunta «¿dónde están los muertos?».

Los pueblos celtas de la Península se revelaron como valientes guerreros y sabios.
Los pueblos celtas de la Península se revelaron como valientes guerreros y sabios.Historia de Iberia Vieja

Según Brownlee y Klevnäs, la respuesta se encuentra en el uso de «prácticas mortuorias invisibles» propias del mundo prerromano y que, aunque se mantuvieran presentes durante los siglos de dominación imperial, volvieron a ser preponderantes en este período de inquietud. Prácticas como la exposición de los cadáveres en «lugares marginales», como ríos o cuevas kársticas, o las cremaciones sin enterramientos que conllevaban la ulterior dispersión de los restos esqueléticos. No sería el único resurgir y, mientras se ha apuntado el fortalecimiento de la religiosidad céltica pagana y la vuelta a técnicas alejadas de Roma, el caso más notable es la supervivencia de las lenguas britónicas de raigambre céltica pese a su arrinconamiento por los germanos recién llegados en contraste con la desaparición del idioma romance britón. Lenguas como el córnico, el bretón, llevado décadas después a una Armórica transformada en Bretaña por la llegada de migrantes britones, y, sobre todo, el gaélico de Gales. Todo apunta a un viejo debate sobre el impacto de la romanización en el que fuera el sector más occidental del Imperio y la resurrección de usos y, en definitiva, identidades camufladas en el tiempo aunque, dicho esto, tampoco se han de ver esencialismos. Un ejemplo paradójico de lo enmarañada que puede ser la historia es que, frente a este revival, guste en Gales afirmarse como el último reducto del Imperio Romano en resistir, pues no cayó en manos inglesas hasta el siglo XIII y, de hecho, el nacionalismo galés actual bebe en buena parte de esta identificación con Roma.