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El fenómeno Moccia: modas y juventud

El escritor de "A tres metros sobre el cielo"presenta ahora "Mil noches sin ti"(Planeta), la segunda parte de otra de sus historias que han dado la vuelta al mundo

Federico Moccia
Federico Moccialarazon

El escritor de "A tres metros sobre el cielo"presenta ahora "Mil noches sin ti"(Planeta), la segunda parte de otra de sus historias que han dado la vuelta al mundo

Los jóvenes no leen. Las únicas líneas que digieren son las que aparecen en las pantallas de sus móviles. Los jóvenes no leen. Se esperan a la película. Hay que introducir más literatura a la rutina de los jóvenes. En el instituto, en el colegio. Lecturas obligatorias. Cualquier cosa con tal de que lean. Porque los jóvenes no leen. Estas frases, que tanto se escuchan y generalizan, que se lo digan a Federico Moccia. El escritor de “A tres metros sobre el cielo” tiene un público sobre todo joven. Y aquellos que ya son adultos han crecido con sus lecturas. Moccia ha conseguido con sus novelas que muchos jóvenes lean, que se acerquen a las librerías y coleccionen sus páginas como un tesoro.

Noelia, Daniela, Layse y Sara son algunas de sus seguidoras más fieles. Han leído todos y cada uno de sus libros y ahora sostienen entre sus manos “Mil noches sin ti”, la segunda parte de “Esta noche dime que me quieres”. No parece que vayan a tardar en leerlo, pues miraban con ojos de admiración e intriga a quien ha llevado a sus vidas historias de amor como las de Sofía y Tancredi o las de Álex y Niki en “Perdona si te llamo amor”. Conversando con él, querían saberlo todo. Cuánto tiempo dedica a la escritura, qué manías tiene a la hora de escribir o en quién se basa para elegir los nombres de sus personajes. “Los escojo según la personalidad que quiero que tenga ese personaje”, explica Moccia, “Sofía es un nombre más redondo, como ella, que es más directa que Tancredi, cuyo nombre es diferente a la hora de pronunciarlo”.

Moccia ha creado historias y, a partir de ellas, modas. Desde que en “Tengo ganas de ti” los protagonistas colgaron un candado en un puente para sellar o materializar de alguna forma su amor, es rara la ciudad en cualquier parte del mundo en cuyos puentes no haya candados. Se ha convertido, para las parejas, en una forma de decir “te quiero, y lo voy a hacer hasta que este candado se rompa en mil pedazos”. Y, para la literatura, en un fenómeno. De todo ello, Moccia presume, pero sin sobrepasar los límites de la humildad, pues aún tiene guardado en su interior a aquel escritor al que tantas editoriales rechazaron. No tiró la toalla, y puede que esa fuese la clave de su éxito. Para él, no es tanto el tema el que le dio la fama, sino “la dinámica y el momento”.

Un fenómeno global

Sus historias han dado la vuelta al mundo. Quizá en su nuevo libro haga un homenaje a ello, pues comienza relatando la noche en diferentes partes del mundo. El escritor explica que en este principio de la novela quería reflejar cómo las estrellas brillan en una ciudad con la misma intensidad que en otra que esté a miles de kilómetros de distancia. Independientemente de la cultura o las costumbres, la noche es igual para todos. Desde Rusia hasta Sicilia, se refiere a la magia de la noche como un momento del día especial para Moccia: no solo por dar nombre a dos de sus novelas, sino también porque escribe, mayoritariamente, en este momento del día. Así lo expresaba: “Puede que por las noches me inspire más. Repaso, leo, vuelvo a repasar, hasta que arranco a escribir”, cuenta Moccia, “no duermo sin al menos haber escrito 10 páginas”. ¿Cuanto ha sido el máximo en un día?, le pregunta una de las jóvenes seguidoras. 45 páginas. Inspiración, dedicación, amor por la literatura y por sus propias creaciones. Por el recibimiento de las mismas. Así definen Noelia, Daniela, Layse y Sara a su escritor preferido.

Tal es el carácter global de la obra de Moccia, que así lo representan sus cuatro lectoras. Igual que en Madrid o en otras ciudades españolas se lee o se ha leído a Moccia, Layse lo ha leído en Brasil y Daniela en Perú. Esto es prueba que el escritor no solo es fenómeno en Italia, su país natal, o en otras zonas cercanas, sino que también ha cruzado el Atlántico. Ambas confiesas que dieron con él gracias a la película basada en su primer libro y que protagonizó Mario Casas. A partir de ahí, comenzaron a descubrir el universo Moccia y lo que ahora se ha convertido en su principal fuente de lectura. Aún habiendo visto la película, no dudaron en leer el libro. Para Sara y Noelia, ambas españolas, la historia ha sido diferente. Han aprovechado, como es esta ocasión en la que el escritor ha estado en la Feria del Libro de Madrid, cada visita del escritor a España para acudir a verlo, a hablar con él en un italiano muy estudiado o a que firmara los libros que tanto les han emocionado.

¿Qué tienen los libros de Moccia para atraer a tanto público? ¿Cuál es la clave para este éxito? Para sus cuatro lectoras, son esas historias tan humanas basadas en un relato sentimental con las que se sienten identificadas las que les hacen no cansarse nunca. Desde Roma hasta Madrid, desde Perú hasta Brasil, Federico Moccia sigue creando experiencias y, sobre todo, consiguiendo que los jóvenes lean.