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El minuto prohibido de «Bohemian Rhapsody»

El actor Rami Malek, en el papel de Freddie Mercury, besa a un hombre en «Bohemian Rhapsody», una de las escenas censuradas por China
El actor Rami Malek, en el papel de Freddie Mercury, besa a un hombre en «Bohemian Rhapsody», una de las escenas censuradas por Chinalarazon

Un solo minuto en manos de un censor torpe o malintencionado (supongo que lo son todos) puede desnaturalizar toda una película. El caso más asombroso de, llamémoslo, «censura inversa», se dio en la España franquista. Como al censor se le antojaba excesivo que Clark Gable le plantara los cuernos a Donald Sinden con Grace Kelly en «Mogambo», resolvió, evitando el adulterio, que los esposos de la versión americana fuesen, en la española, hermanos. Así, la relación de Clark y Grace estaba libre de pecado, pero, por contra, olvidó cortar la escena del beso entre Donald y Grace, su legítima esposa. Purgando la infidelidad, dio carta de naturaleza al incesto. ¡Olé tú! Que la censura azuza el morbo también lo saben los españoles de la época. En el fondo, habría que normalizarla como estrategia comercial: basta que te digan que ahí han cortado un par de fotogramas para que quieras ir a adivinar por qué y dónde y cómo. En noviembre se montó un pollo en Malasia porque la censura había mutilado «Bohemian Rhapsody». Ante la presión, el ministro del ramo aseguró que eran «solo tres minutos» y 12 escenas, y dio detalles de lo que la gente se perdería: «Siete escenas contenían palabras malsonantes, mientras que otras cuatro involucraban a hombres que se besan, hombres que se frotan y un grupo de hombres vestidos de fiesta en una mansión. Otra escena eliminada fue la posterior a los créditos, en la que Freddie Mercury y Jim Hutton vivieron una vida feliz, porque muestra que estaban en una relación gay». Inasumible, claro. Lo más curioso del caso es que en el resto del mundo esta cinta norteamericana ha recibido duras críticas precisamente por alinearse con el célebre papanatismo americano, limando las asperezas de una vida en la que hubo muchas más drogas y sexo que lo que se muestra en la versión original. Pero lo que es poco para un europeo y ajustado al canon para un estadounidense es directamente una aberración para China, la dictadura «friendly» de nuestros días. Allí, el régimen ha cortado ahora al menos un minuto del «biopic» de Mercury, escenas relacionadas con el consumo de drogas y las relaciones homosexuales del cantante. No es una novedad, desde luego: en los últimos años cintas de temática LGTBI como «Moonlight» o «Call Me By Your Name» no han podido exhibirse en el gigante asiático, y si «Bohemian Rhapsody» lo hace es porque Fox consiente en automutilarse para ganar un mercado de millones y millones de almas, que esto también habría que debatirlo. Ya en los Oscar (y esto es directamente «orwelliano»), la censura china cambió los subtítulos del discurso de recepción de la estatuilla de Rami Malek: donde dijo «gay» dije «grupo especial». «Mogambo» está en China.