Comer con los ojos
La revolución gastronómica llega a los libros
Mientras las tabletas y los móviles son ya el nuevo soporte para buscar los ingredientes de un guiso y los blogs de recetas, las biblias de todo aspirante a «foodie», los libros de gastronomía se reinventan en busca de un nuevo público. Adrià, igual que en todo lo que se cuece en estos asuntos, fue quien abrió fuego con títulos como «Comida para pensar, pensar sobre el comer», una reflexión sobre su universo creativo y su relación con el mundo del arte firmada por Richard Hamilton (Ed. Actar), además de sus volúmenes dedicados a cada temporada de elBulli (elBulliBooks).
En España, son Javier Antoja y Guillermina Bravo quienes hornean la mayoría de los ejemplares a través de la editorial gastronómica Montagud, la más antigua de Europa. Entre sus novedades, el libro del tres estrellas Michelin Eneko Atxa –el chef tiene previsto inaugurar un restaurante en Tailandia– que, aunque no sale al mercado hasta el 5 de diciembre, sabemos que narra la historia de Azurmendi, además de los pensamientos y procesos creativos del cocinero. Mientras, atesore «Edén.Pe». En él, Ferran cuenta su encuentro con Perú y Gastón Acurio, así como las bases de un discurso que ha seducido a la élite de la gastronomía universal. Y, por eso de que nuestra vanguardia es observada desde cualquier punto del mundo, Josean Martínez Alija publica también en inglés «Muina» –título también de su blog– con la misma editorial. El chef de Nerua, el restaurante del Museo Guggenheim de Bilbao, comparte «armonía y conocimiento» en estas páginas en las que describe cómo surge y qué le sugiere cada uno de sus platos. Ángel León es el Chef del Mar y es justo así como titula su primera incursión en la literatura gastronómica, en la que comparte con los lectores su filosofía vital salpicada de sal.
«Esta revolución literaria tiene un porqué. La cocina española está posicionada como la mejor del planeta, de ahí que las editoriales se lancen a publicar en inglés. Los lectores de otros países tienen interés por saber qué hacemos», reflexiona Andoni Luis Aduriz. ¿Sus libros de cabecera? «Un festín en palabras», de Jean-François Revel, y «En deuda con el placer», de John Lanchester. «Cocinar, comer, convivir» (Destino) es el ejemplar que escribió junto al filósofo Daniel Innerarity: « Todas las paradojas humanas se dan cita alrededor de una mesa», explica el chef de Mugaritz. Sin embargo, en «La cocina como ciencia natural» (RBA), acerca al lector los verdaderos entresijos de una cocina aún desconocida y desvela que «los cocineros somos gente sencilla que ha tenido que trabajar mucho para tratar de hacer algo excepcional. En noviembre, además, lanza «La cocina de mi casa» (Destino), unas páginas, dice, «divulgativas e interesantes» en las que nos traslada su mundo.
Los hermanos Roca hacen su aportación literaria con un voluminoso ejemplar en el que desmigan los 25 años de proceso creativo de El Celler de Can Roca, que da título a este libro editado por Roca Libros y Librooks en español, catalán e inglés. Ana Bensadon, por su parte, aporta «La cocina sefardí»(Nagrela Editores), un deleite no sólo para quienes siguen las leyes dietéticas judías, también para preservar un patrimonio del que escasean testimonios escritos. Un libro tan necesario como «El cocinero recolector y las plantas silvestres» (Everest), de Miguel Ángel de la Cruz, el genial cocinero de La Botica de Matapozuelos (Valladolid). «Where Chefs Eat» es el título de Phaidon que recoge más de 700 páginas para desvelar los 400 restaurantes favoritos de los mejores cocineros del mundo, esas cocinas a las que acuden cuando dejan el delantal. Licia Granello lanza «Don Alfonso 1890, del Mediterráneo al Mundo» (Gribaudo) para remontarse a los orígenes de la familia de Alfonso Iaccarino, uno de los nombres clave de la cocina italiana, considerado el Santi Santamaría del país vecino. Y, «El mundo en 4 ingredientes» (Grijalbo), es la nueva obra de Mireia Font, incansable viajera que representa al nuevo gourmet. Cocínese su biblioteca.