El vino de la carretera

Beber vino y ser gourmet tiene un componente de vagabundo que nos hace pasar por caminos y carreteras detrás de experiencias enopáticas. ¿Quién no conoce el área Tudanca en el corazón burgalés de la Nacional 1? Sus empresarios llevan dando de comer a todo tipo de paisanos, que se quitan el polvo del camino con un pincho de morcilla o un asado y con un elemental Ribera del Duero. Por eso, no resulta extraño que elaboren su propio tinto, en este caso en homenaje a la matriarca de la familia. Vicenta Mater Crianza 2010 es el legado de esa gran señora que con 99 años ha transmitido su pasión por el viñedo y los tintos de la zona a las sucesivas generaciones.

Esta familiar y encantadora propuesta nace a partir de un tempranillo, que arraiga en cepas de más de 40 años. El viñedo se encuentra en la privilegiada zona entre La Horra y Gumiel de Mercado. El vino duerme su sueño durante un año en barrica francesa en tostado medio. Y, aunque no es una joya de esas que se guardan avariciosamente por los bebedores de Ribera, sí expresa perfectamente la tipicidad mediante una expresión cromática intensa, rojo picota y de una brillante capa muy característica. De la misma suerte, aunque no haya sorpresas aromáticas, son destacables también las medidas notas minerales y especiadas, caso de la pimienta o el cacao, unidas a las de frutas negras, como la mora.

Vino que se bebe muy bien, con una suavidad y amabilidad también notables, pues nos llena la boca y es cómplice y leal de la barra y de esa gastronomía franca de la zona de Aranda de Duero.

LA FICHA

bodegas: Santa Eulalia.

D.O.: Ribera del Duero.

Nombre: Vicenta Mater Crianza 2010.

Precio: 10,90 euros.

Web: vinostudanca.es