Hevia preside una SGAE al filo del «Brexit»
La entidad afronta un mes de vértigo para acometer los cambios de los estatutos y el resto de requerimientos exigidos por Cultura.
La entidad afronta un mes de vértigo para acometer los cambios de los estatutos y el resto de requerimientos exigidos por Cultura.
Se cumplieron los pronósticos y desde ayer José Ángel Hevia preside la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) con el voto a favor de 20 miembros de la junta, 12 abstenciones y dos votos en contra. «Existe un problema apremiante que es el cambio de los estatutos y hay que hacerlo sí o sí», decía en exclusiva el gaitero a LA RAZÓN en una entrevista publicada el lunes, el mismo talante conciliador del que hizo alarde en su presentación en rueda de Prensa. «Trabajaré por el diálogo y el entendimiento y seré el presidente de todos y para todos los socios», insistió el compositor, que pretende, además, «situar a la SGAE en los estándares de eficacia y calidad que merece. La defensa del creador –grande o pequeño, músico, coreógrafo, cineasta o dramaturgo–, será mi primer objetivo».
«Hay varias polémicas que flotan, pero nosotros queremos el entendimiento con todos los socios implicados. Perderíamos todos si no llegáramos a un entendimiento y sería como un “Brexit” si se van: hay que evitarlo», dijo el músico sobre la situación tan mala que atraviesa la entidad, que tiene hasta el 27 de diciembre para acometer las modificaciones de sus estatutos; la puesta en marcha de una vieja demanda como es el voto digital y el cambio del sistema de recaudación del dinero generado por los derechos de autor.
Comprometido a trabajar
«La voluntad política para resolverlo en el menor plazo posible es total, siempre que se pueda», aseguró Hevia, y, tal y como reiteró en varias ocasiones, la nueva junta «se pone a trabajar desde esta misma tarde para convocar asambleas y llegar a los plazos determinados por el Ministerio». Asimismo, el nuevo máximo responsable de la institución los próximos cuatro años se ha comprometido a trabajar para implantar el voto electrónico. «Para mí es algo a lo que aspirar, establecer las garantías de seguridad, no solo para la SGAE, sino para la sociedad civil», añadió. En cuanto a las normas del reparto, Hevia subrayó que «deberán someterse a la asamblea general» y repitió que en caso de conflicto «perderían todas las partes», aunque huyó del mensaje catastrofista de algunos de los vicepresidentes que le acompañarán en su gestión hasta 2012. Como Fermín Cabal, representante del Colegio de Gran Derecho, que considera «crítica» la situación que vive en estos momentos la institución. «La sociedad puede desaparecer a corto plazo, estamos afrontando su destrucción», alertó el vicepresidente, que insistió en que los problemas «deben resolverse desde dentro». Cabal confirmó conversaciones con Cultura para acometer los próximos pasos y reiteró que el reto «es incómodo».
Por su parte, Alabama Music Business, del colegio de editores, se mostró a favor de la disposición pacificadora de la presidencia: «hemos de intentar conservar y aliviar los problemas de los últimos meses para solucionar cuanto antes el funcionamiento normal de la institución», comentó su representante, Clifton J. Williams.
Para Antonio Onetti, del Colegio Audiovisual, es apremiante acabar con «el clima irrespirable» dentro de la institución y «poder llegar al consenso, ponernos al día en cuando al Ministerio y a los estatutos», para lo que considera clave «la buena voluntad de todos para llegar a una solución». Por su parte, Teo Cardalda solicitó «una tregua para trata de limpiar y convertirla en una gran SGAE europea». Sobre la mala imagen que acompaña a la entidad en los últimos tiempos, Hevia defendió que en la nueva junta directiva «no hay un solo miembro imputado a día de hoy», y ante la posibilidad de que en el futuro eso sucediera, afirmó que «habría que respetar la presunción de inocencia». «Los casos penales de otros socios son anteriores a 2013 y están en investigación», indicó con respecto a las investigaciones judiciales conocidas como Saga y La Rueda, y reiteró que «desde los órganos directivos no se identifican con estas denominaciones». En este sentido, y tal y como nos adelantó, hay socios que participan de un modelo de negocio tradicional y otros de la televisión. «Hay posturas muy enfrentadas y la única salida es la negociación: a mí me recuerda a la situación entre el taxi tradicional y Uber», ejemplificó.
Por otra parte, también quedó constituido el consejo de dirección, órgano del que depende la administración permanente y ejecutiva de la SGAE, formado por Hevia y los 13 miembros designados por la junta a propuesta de los colegios profesionales: dos de gran derecho, cinco de pequeño, tres de audiovisuales y tres de los editores.
Buena acogida en el Ministerio
El Ministerio de Cultura y Deporte ha calificado de «buena noticia» la disposición del nuevo presidente de la SGAE, José Ángel Hevia, al tiempo que espera que tanto el músico como la junta directiva sean «capaces de restablecer la confianza» en la entidad. «Al Ministerio le parece una buena noticia que en su primera comparecencia pública el nuevo presidente afirme que se ponen a trabajar en la adaptación de sus estatutos», señalaron desde Cultura a EP. Asimismo, recordó que existe un apercibimiento vigente que, además de la reforma estatutaria, «plantea otras obligaciones». «Esperemos que sea capaz de restablecer la confianza en la gestión colectiva en beneficio de los creadores a los que representa», concluyó.