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Historia

1625, «annus mirabilis» de la Historia de España

El Museo Naval inaugura una exposición que recupera la memoria militar de un tiempo dorado y poco conocido de la época de Felipe IV

«Sitio y empresa de Salvador de Bahía», lienzo anónimo del siglo XVII Museo Naval

Es fundamental bucear en la historia para sobreponer la veracidad de un hecho ante los riesgos de la propaganda. La manipulación bajo intereses de la memoria es una lacra inmutable pero que se puede subsanar, y que cabe erradicar al igual que debe perderse la tendencia española de ignorar o desdibujar logros pasados. Para ello son dos las herramientas imprescindibles: el tiempo y la investigación. El esfuerzo minucioso que conlleva analizar el pasado a través de la documentación que se posee hoy es la única vía que debe atenderse a la hora de analizar el pasado. Por tanto, el hallazgo que ha dirigido durante los últimos años David García Hernán es tan fundamental para la historiografía española. Catedrático de Historia Moderna, ha comisariado una exposición que pone en valor uno de los episodios más relevantes del pasado de nuestro país en términos militares y navales, y a través de una obra que perfila el relato hasta ahora conocido.

En 1624 tuvo lugar uno de los acontecimientos más espectaculares llevados a cabo por la superpotencia mundial que en aquellos tiempos fue la Monarquía Hispánica. Cincuenta y dos galeones con 12.500 hombres a bordo zarparon hacia una operación que culminó con la recuperación de Salvador de Bahía, entonces capital de Brasil. Un éxito liderado por don Fadrique Álvarez de Toledo Osorio, capitán general de la Armada del Mar Océano, y que Juan Bautista Maíno retrató en su cuadro «La recuperación de Bahía de Todos los Santos» (se expone en el Museo del Prado). No obstante, el relato que en esta obra se refleja «es totalmente irrespetuoso», asegura García Hernán. Retrata a un Conde Duque de Olivares como protagonista del acontecimiento, por encima de don Fadrique y del rey de España, Felipe IV. «No aparece el sufrimiento de los hombres, ni el reto logístico, ni la disposición de las fuerzas navales, sino una visión muy metafórica en la que el Conde Duque de Olivares acapara el éxito». Pero, de nuevo, la propaganda no tiene la misma fuerza que el documentado hecho verídico.

La exposición «Annus Mirabilis. Salvador de Bahía, 1625: El crédito de España» trata, entre otros objetivos, de arrojar luz sobre este episodio histórico. Y lo hace a través de una obra principal, que ha estado durante décadas circulando en canales privados y cuyo esplendor e importancia han recuperado García Hernán y su equipo. Se trata de «Sitio y empresa de la ciudad de Salvador de la Baya de Todos los Santos por D. Fadrique de Toledo Osorio, Capitán General de la Armada Real y Exército del Mar Océano y Reyno de Portugal». Un lienzo de gran tamaño, de autoría anónima –«tiene varias manos y una de ellas debió ser de un cartógrafo», dice el comisario–, datado en el siglo XVII y que «transmite por primera vez al público un acontecimiento que ha quedado desdibujado por la historia, porque se ha querido ofrecer un relato con un protagonista que no era fiel a lo que fue la batalla», subraya.

Retrato alegórico del Conde Duque de Olivares, para el que Rubens se basó en la obra de VelázquezMuseo Naval

El lienzo retrata al detalle la recuperación de San Salvador de Bahía, en manos de los holandeses desde 1624, por parte de una flota combinada hispano-lusa. El despliegue naval y armamentístico concluyó en uno de los grandes éxitos de esta época dorada para la Armada Española. Del 11 de abril al 27 de julio, la citada muestra se ofrece en el Museo Naval de Madrid, basándose en este logro para enfatizar la trascendencia de 1625 como un año en el que tuvo lugar una espectacular racha de éxitos que mantuvieron el prestigio español frente a potencias que querían limitar su poder como primera potencia mundial, tanto marítima como comercial. Explica Juan Escrigas, director del Museo , que la muestra cuenta con 50 piezas, 12 de ellas del Museo Naval y las 38 restantes de otras instituciones nacionales e internacionales. Entre los objetivos de este proyecto destacan los de «recuperar la memoria de un tiempo poco conocido de la historia común de España y Portugal, así como del teniente don Fadrique y de todos aquellos que dejaron su vida defendiendo los intereses de nuestra nación». Califican, resume Enrique Torres Piñeyro, Almirante Director del Instituto de Historia y Cultura Naval, el año 1625 como «un annus mirabilis» en el que además se produjo la defensa y recuperación de Génova, el sitio de Breda, la recuperación de San Juan de Puerto Rico y la defensa de Cádiz contra los ingleses. Un esplendor y una reputación que caben conocer «para valorar y difundir el patrimonio histórico naval de nuestro país», añade Piñeyro.

Evento inédito

La exposición se divide en tres partes, dedicadas al contexto histórico, al ascenso de 1625 como «annus mirabilis» y a don Fadrique como el gran protagonista, y no es la única actividad que se prepara desde el Museo Naval para conmemorar el 400 aniversario de tan reluciente época histórica. El 22, 23 y 24 de abril se celebrará «un evento inédito para nosotros», define Piñeyro: el I Congreso de Historia Naval, bajo el título «Operaciones anfibias: historia y prospectiva». No se trata, continúa el Almirante Director, «de un congreso de historia al uso, porque el criterio que hemos adoptado es abordar esta temática en el pasado y también cómo pensamos que pueden ser en el futuro». Santiago Acosta, director del Departamento de Estudios e Investigación y encargado de dirigir este proyecto, explica que el congreso contará con 32 ponentes de 11 naciones, y que el estudio de operaciones como la de Salvador de Bahía «debe permitir determinar cuáles son los fundamentos permanentes y transversales de la guerra anfibia».

Añade Piñeyro que, en este esfuerzo por abrazar el pasado victorioso de España, así como de acercar al gran público de la manera más reveladora posible su historia, organizan un homenaje a la bandera de España. Nació hace 240 años por decreto de Carlos III para distinguir a los barcos de la Armada española, posteriormente se implantó en la Marina Mercante e instalaciones de tierra,y que, en 1843, se convirtió en la bandera de España. «Quizá es un hecho desconocido para buena parte de los compatriotas», opina Piñeyro, asegurando que el Instituto de Historia Naval homenajeará este símbolo de nuestro país para difundir su origen y evolución histórica. Un proyecto que se une a otro tipo de actividades culturales y conferencias fuera del Museo, y que es fruto de una pormenorizada investigación histórica, artística y documental de una época que merece ser al menos redescubierta.

Un enigma en las pantallas

Entre Madrid, Cádiz, Salamanca, La Haya o Salvador de Bahía, se ha rodado el esclarecedor documental «Bahía 1625. Historia sobre lienzo». Dirigido por Antonio Pérez Molero, esta cinta cuenta con las declaraciones de expertos que combinan con la recreación animada de la pintura «Sitio y empresa de Bahía», así como propone dos líneas narrativas. La primera, centrada en la investigación que aún se está llevando a cabo en torno a la enigmática pintura del siglo XVII, así como una segunda línea que describe los propios hechos históricos a través de recreaciones apoyadas por el archivo que se posee de la época.