Nuevos datos

Aly Herscovitz, una amante de Pla en un campo de exterminio

Xavier Pericay publica "Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla", donde reúne nuevos datos sobre la que fuera pareja del escritor español

Aly Herscovitz fue asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz
Aly Herscovitz fue asesinada en el campo de exterminio de AuschwitzAgencia EFE

Este 2024 estará marcado editorialmente por Franz Kafka. El clímax llegará el 3 de junio, centenario de su muerte, pero antes y después se irán sucediendo libros cada mes. Ya mismo tenemos al alcance Soy Milena de Praga (Galaxia Gutenberg), de Monika Zgustova, que relata en clave narrativa la trayectoria de la traductora Milena Jesenská, de la que el autor checo se enamoró, si bien la relación no acabaría de cuajar, y su vínculo se reduciría a lo epistolar. Mujer de gran coraje, en su postura de defensa del feminismo y de su oposición al régimen de Hitler, Milena fue detenida por la Gestapo en 1939 y recluida en el campo de concentración de Ravensbrück, donde murió en 1944 a causa de una infección renal. Una víctima más del nazismo, pero no el único caso entre un escritor y una mujer con destino trágico relacionado con el Holocausto.

Otro más cercano lo protagonizaron Josep Pla y Aly Herscovitz. Se conocieron (él tenía 26 años; ella, 21) en un café berlinés, Romanisches, y a ello se refiere el catalán en sus Notas dispersas (1969), donde cuenta que Aly venía de una familia rumana judía radicada en Leipzig. Una chica aquella con mucha vida social y sexual (contrajo la sífilis) que fue pareja brevemente de Pla hasta que éste abandonó la ciudad alemana, en un tiempo de desbordante inflación, para instalarse en París. Entonces volvió a saber de ella por medio de una carta y la ayudó para que curara su enfermedad a través del contacto de un conocido político. Pero lo peor estaba por venir, pues acabó muriendo en una cámara de gas en un campo de exterminio nazi.

Lo que pasó entre el narrador y esta muchacha lo cuenta Xavier Pericay en Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla(editorial Athenaica) que explica los pormenores de cómo él mismo junto con otras cuatro personas y desde diferentes lugares del continente, emprendieron la tarea casi imposible de recabar información sobre Herscovitz. «La historia que este libro narra tiene el propósito de ajustar cuentas con un gigantesco asesino. El modo es el de volver a la vida a uno de los centenares de miles de seres humanos que mató», dice Espada, el prologuista. Ese asesino, Rudolf Höss, fue ahorcado en 1947 en el campo de Auschwitz, del que fue comandante. Pericay cuenta el proceso de investigación y transcribe al Pla que escribió el fragmento La señorita Aly Herscovitz: «Había recibido una enseñanza y una educación muy buenas, dominaba el francés y el inglés, y tenía una conversación agradabilísima», además de ser una entusiasta de la música militar y de las virtudes patrióticas de Alemania, dice Pla.

En Francia, Aly trabajó como modelo de varios escultores, pero acabó volviendo a Alemania. Al final, Pla sospechó de su destino al enterarse de la existencia de «hornos crematorios destinados especialmente a los judíos que no habían podido emigrar. Un movimiento fulgurante de la intuición me hizo suponer que la señorita Herscovitz había sido quemada». Sus pesquisas posteriores no trajeron frutos, y sólo pudo expresar así su pesar: «El paso del tiempo lo ha confirmado todo. ¡Pobre criatura! Cuanto más incierto es el recuerdo, más dolorosa y trágica es la catástrofe final».