La diosa griega Victoria, un trofeo
Los trofeos de las competiciones deportivas actuales tienen su origen en los de la antigüedad clásica donde la victoria Niké se manifestaba a los elegidos para ganar el combate deportivo
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Todos ansiamos los trofeos en las competiciones infantiles al igual que los futbolistas la Copa del Rey, los tenistas la copa de Roland Garros, los golfistas la copa del Open Championship. Copas y medallas son los recuerdos del triunfo de la Antigüedad Clásica.
Debemos remontarnos para ellos a la Grecia clásica donde los atletas que ganaban las distintas competiciones de los Juegos Olímpicos recibían una corona de laurel, que era uno de los símbolos de Niké, quien en la mitología griega era la diosa de la victoria. Se la representa normalmente como una diosa alada en la mano de Zeus o de Atenea, su aliada, y presidía las competiciones deportivas y guerreras. Hesíodo en la Teogonía la llamaba la diosa de los finos tobillos y la consideraba hija del titán Palas y de la ninfa Estigia, siendo por lo tanto hermana de Bía, La Violencia , Zelo, el Fervor y Cratos, la Fuerza; ocupando Niké y sus hermanos puestos honorables junto a Zeus durante la Titanomaquia , guerra de los dioses contra los titanes. Cuando Zeus convocó a todos los dioses del Olimpo para determinar sus alianzas declarando que cualquier dios que se aliara con él contra Cronos recibiría su favor. De todos los dioses, Estigia y sus hijos fueron los primeros en declarar su amistad a Zeus permitiéndoles un puesto de preeminencia junto al dios. Sin embargo, Homero considera a Niké hija de Ares, el dios de la guerra.
La Victoria tenía su templo en la Acrópolis de Atenas, el Templo de Atenea Niké, y suele ser representada alada portando una guirnalda de laurel en la mano. Se dice que había sido representada en la mano del Zeus de Olimpia, una escultura del dios hecha por Fidias que llegó a ser una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo conocida por las descripciones de Pausanias. La estatua fue trasladada a Constantinopla en el 384 a.C., donde se dice que se destruyó en un incendio. Las únicas reproducciones conocidas del Zeus de Olimpia proceden de las monedas romanas, más bien medallas conmemorativas, acuñadas en Elis en época de Adriano, en una de cuyas caras aparece Zeus entronizado y en la otra el detalle de la cabeza. Pese a la representación de perfil y al formato reducido, los aspectos esenciales coinciden con la descripción de Pausanias, de donde viene el interés especial de la reproducción de la cabeza con su noble porte y su peinado de rizos que cuelgan a ambos lados.
Una de las representaciones mas conocidas de Niké es la victoria de Samotracia (Museo del Louvre), una victoria del Santuario de Cabiros en Samotracia. Aunque cuando se descubrió en 1868 se pensó que fue mandada a esculpir por Demetrio Poliorcetes para conmemorar su triunfo naval en la batalla de Salamina sobre la flota de Ptolomeo Sóter en el año 306 a. C., porque figuraba en las monedas emitidas del 294 al 288 a. C., la– datación de la escultura hacia comienzos del siglo II a.C. antes hace más lógico pensar que en realidad se labró para celebrar las victorias sobre Antíoco III Megas. En las victorias militares los trofeos no consistían en una corona de laurel, el trofeo, del griego «tropaion» significa cambio, inversión o transformación. Armas, estandartes, bienes, esclavos , hasta partes de cuerpos humanos –generalmente cabezas u orejas cortadas– eran símbolos del triunfo exhibidos en las paradas militares , como se muestra en los relieves del arco de Tito en la Via Sacra junto al sureste del foro, donde se muestra un emperador alado divinizado y diversas escenas de sus guerras en Palestina frente a los judíos.
De las ludí romanas a la Roland Garros
En Roma hubo también competiciones deportivas, los ludí, una tradición que el pueblo romano heredó de los etruscos que hacían ofrendas religiosas en forma de competiciones deportivas mezcladas con danza y teatro. Los espectáculos mantenían al pueblo entretenido y canalizaban sus tensiones a través de competiciones violentas protagonizadas por mercenarios y esclavos. En ocasiones se les entregaba una copa con aceite aromático. A partir de la edad moderna los triunfos de guerra empezaron a estar mal visto sobreviviendo solo en el deporte.
En el mundo del futbol, el Trofeo Jules Rimet fue el premio original para los ganadores del Mundial (1930).Originalmente llamado Victoria, pero por lo general conocido simplemente como la Copa del Mundo, fue renombrado oficialmente en 1946 para honrar al entonces presidente de la FIFA Jules Rimet quien colaboró para crear la competencia. Diseñado por Abel Lafleur y hecho de plata esterlina enchapada en oro con una base azul de lapislázuli, medía 35 cm de altura y pesaba 3,8 kg. Desde 1930 todos los trofeos futbolísticos son copas, de diferentes formas y tamaños, que todos los equipos y selecciones ansían tener en sus vitrinas. El nombre de la copa de Roland Garros, conocida como la Copa de los Mosqueteros, también tiene mucha historia detrás: está inspirada en cuatro jugadores míticos de la época dorada del tenis en Francia. Estos tenistas, apodados «Los Cuatro Mosqueteros» son: Jacques Brugnon, Jean Borotra, Henri Cochet y René Lacoste, que consiguieron acabar con el dominio de Estados Unidos en la Copa Davis y levantar seis trofeos seguidos.