Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

Objetos universales: Un invento para los muy cafeteros

El café llega a Europa en el siglo XVII, al principio se bebía como infusión y aparecieron cafeterías en toda Europa, donde se concentraban los intelectuales
La cafetera actual fue bautizada como Moka Express
La cafetera actual fue bautizada como Moka ExpressLa Razón
La Razón

Madrid Creada:

Última actualización:

Muchas personas afirman que no se sienten como tales antes de tomar el primer café de la mañana; es un acto sencillo: o bien apretamos el botón de la máquina o dejamos preparada la cafetera italiana la noche previa, pero, ¿qué sería de nosotros sin café y sin nuestra aliada doméstica, la cafetera? A mediados del siglo XV se tomaba café en Yemen a partir de los granos importados de Etiopía, en un principio tuvo usos medicinales y los sufíes, en los monasterios, lo utilizaban como estimulante para mantenerse despiertos. Su uso se extendió a otros países, como Turquía, y se crearon locales específicos para la ingesta de esta nueva bebida. En Oriente el café se preparaba en un recipiente de latón llamado cezve y dotado de un brazo largo que facilitaba la preparación del café sin riesgo de quemarse. El grano llega a Europa a partir de las rutas comerciales marítimas mediterráneas a través del Imperio Otomano.En un primer momento se preparaba a la manera turca, es decir, se tostaban los granos y se molían en un mortero, hirviendo el polvo en agua unos minutos. La bebida debía ser colada antes de su ingesta.
En un principio el café fue reprobado por los protestantes y también por los católicos dados su orígenes en Etiopía y Arabia, mientras que en el Imperio Otomano la primera cafetería se inauguró en 1475, en la antigua Constantinopla. Consideraban el qahwah, o sea, el café, como una bebida invención de Satanás que llegó para sustituir al vino que había sido bendecido por Cristo.
De hecho, se aconsejó al Papa Clemente VIII (1592-1605) prohibir su consumo, pero tras probarlo bautizó la nueva bebida limpiándola del posible mal que llevase en sí y autorizando su consumo. En la década de 1650 se comenzaron a abrir cafeterías en Inglaterra, y la primera fue en Oxford, The Grand Café, en 1651, que se encuentra aún en funcionamiento, y en Londres, un año más tarde. Muy pronto en torno al café se concentraron intelectuales y filósofos que difundían ideas liberales, lo que obliga al fiscal de Carlos II a cerrarlas para evitar posibles sublevaciones contra el rey, aunque la medida tuvo que ser revocada dadas las grandes protestas. En 1670 se abre la primera en Berlín, y en 1686 la primera cafetería en París, con el nombre de Le Procope, que inventó una nueva forma de hacer café haciendo pasar el agua caliente a través de un filtro con café molido. A mediados del siglo XVIII todas las ciudades europeas tenían cafeterías y en 1734 Johan Sebastian Bach compone la famosa «Cantata del café» (BWV 211).
A medida que se abrían todos estos locales se hacía necesario mejorar tanto la calidad como la velocidad de preparación del café; así, en 1802 el químico francés François Antoine Henri Descroizilles diseñó un ingenioso artilugio que fue conocida como cafetera de filtro, que más tarde fue adaptada por el abad Du Belloy. Consistía en un recipiente cilíndrico con la base agujereada y cubierta por un disco perforado sobre el que se ponía el café. Al pasar el agua hirviendo se producía la infusión y se recogía en el recipiente inferior. Años más tarde se inventa la cafetera de sifón o de vacío, formada por dos recipientes que estaban conectados por un tubo, colocándose el café en la parte superior y el agua en la inferior.
Sin embargo, este sistema no era cómodo, ya que al hervir el agua subía a través del tubo y se mezclaba con el café, que por ello después debía ser colado para su ingesta. Esta peculiar cafetera fue presentada por vez primera en Berlín en 1830 por Loeff, aunque su popularidad aumenta en 1840, cuando Madame Vassieux patentó su modelo. que trató de mejorar el ingeniero escocés Napier. En los modelos más modernos de la cafetera de sifón se introdujo un filtro entre los dos émbolos, lo que permitía obtener la bebida filtrada. A comienzos del siglo XX esta peculiar cafetera se empezó a fabricar en los Estados Unidos y en 1915 se comercializó en Massachusetts bajo el nombre de Silex. Aunque en Europa no alcanzó mucha difusión, actualmente sigue utilizándose en Asia, fundamentalmente, en Japón. Pero estos inventos no permitían aumentar la capacidad y la velocidad de las máquinas de café, por lo que eran inservibles en los locales comerciales. En el último cuarto del siglo XIX Angelo Moriondo, un inventor y empresario italiano, presentó la primera patente de la máquina de café expreso en la Exposición General de Turín de 1884 , donde obtuvo la medalla de bronce. Aunque podía preparar 300 tazas por hora y era la primera máquina de café que controlaba el suministro de vapor y agua por separado no llegó a fabricarse a gran escala hasta mediados del siglo XX.
En 1908 una ama de casa alemana, Melitta Benz, inventa la cafetera de filtros de papel eliminando el sabor amargo de esta bebida. El sistema se hizo muy popular en los Estados Unidos y produjo entonces lo que conocemos hoy como café americano. En 1930, el ingeniero Alfonso Bialetti creó la moka express, un instrumento pequeño y fácil de utilizar que permitió que muchas personas pudiesen prepararse un expreso en su casa. En 2001 se habían producido 220 millones de unidades del que quizá es el instrumento de cocina más popular del mundo.

Archivado en: