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Premios de la Cultura de LA RAZÓN

Hombres G: la fiesta perpetua

El cuarteto madrileño recibe el galardón a su trayectoria

LA RAZÓN celebra este 4 de diciembre su gran fiesta de Navidad, una noche irrepetible para brindar por lo que viene, apoyar el talento que nace en nuestro país y compartir con amigos el espíritu cultural que nos une. Más de 500 invitados se darán cita en un encuentro que reunirá a voces destacadas de la política, la empresa, el arte, la moda y el ocio. Alberto R. RoldánDiario La Razón

Algo ha explotado y no es una bomba, son cuatro tipos que cada vez que pisan un escenario provocan un rugido atronador que dura algo más de dos horas. Ser joven es una suma de muchas cosas, pero serlo eternamente es eso. Porque estos tíos, David, Rafa, Dani, Javi, no han cumplido un solo año desde que en 1985 llegaron a nuestras vidas, las de los simples mortales que sí sufrimos el paso del tiempo, para hacérnoslo pasar bien, incluso muy bien. Y esa es una labor social impagable, pues mientras comparten un rato con nosotros el mundo es un lugar inmensamente más acogedor.

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He estado contando las canciones de Hombres G que me sé de memoria, casi como el padrenuestro, y me he asustado. Y lo primero que he pensado es «menudo cabrón está hecho David». Porque no hay mayor gloria en vida que el que tu obra pase a formar parte de la memoria sentimental de varias generaciones. Y con qué precisión se han ensamblado los cuatro miembros del grupo hasta lograr un sonido de autor, con huella digital, nítidamente reconocible, algo que muy pocos músicos consiguen. Y cada vez que suenan, esté donde esté, creo que me sigo encontrando en los 80 o en los 90 o en la primera década de este siglo, y esa es una brisa que reconforta el espíritu.

Ese milagro no muere en España: si vas a México o a Perú o a California o a Texas y dices Hombres G, te responden con una sonrisa grande y un pulgar hacia arriba. No hay otra banda española que haya penetrado en toda América, de norte a sur, como ellos lo han hecho. Y eso, sentir que tus canciones las cantan y disfrutan congéneres que viven a miles de kilómetros de ti, es la mayor recompensa que puede obtener un artista. Más, mucho más, que los premios de la industria y el reconocimiento de la crítica, entes o cosas que no les han rendido aún los merecidos tributos. Pero ellos se han vengado llenando todos los recintos en los que tocan y viendo, con gesto ganador, cómo sus canciones son escuchadas, cada día, por miles de personas: «Devuélveme a mi chica», más conocida como «Sufre, mamón», supera los 840 millones de reproducciones en Spotify, una cifra que achica cualquier adjetivo laudatorio. Enhorabuena por este galardón, chicos. Cuánta razón tiene LA RAZÓN.