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Jesús y su colega Kanye West

Algún domingo que otro, el rapero acude a una iglesia de Calabasas (California) a ofrecer su misa cantada y rapeada.

Una imagen del anunciado y pospuesto trabajo de Kanye West, «Jesus Is King», que podría ser una misa o un sermón discográfico
Una imagen del anunciado y pospuesto trabajo de Kanye West, «Jesus Is King», que podría ser una misa o un sermón discográficolarazon

Algún domingo que otro, el rapero acude a una iglesia de Calabasas (California) a ofrecer su misa cantada y rapeada.

La vida de Kanye West es una «performance» aunque él cree que es más grande que los Beatles. Pero por eso es un artista como los de antes, porque hace de su vida su obra, sin concesiones. Algún domingo que otro, el rapero acude a una iglesia de Calabasas (California) a ofrecer su misa cantada y rapeada. Con mesa de mezclas incluida. Sin embargo, para West todo es poco por el Señor y a comienzos de año decidió organizar unos Servicios Dominicales en los que se acompaña de un coro de góspel y que cada semana cambian de ubicación a una pradera diferente.

Los fieles asistentes (a él y a Dios, que se supone que debe ser el protagonista) pueden comprar el «merchandising» oficial y deben firmar acuerdos de confidencialidad. En esos encuentros se gestaron las canciones del nuevo álbum, «Jesus Is King», un trabajo que debía haberse publicado el 29 de septiembre pero la luz, o el sonido en este caso, no se hizo el día señalado. Aunque esto no es algo tan raro. En realidad, el nuevo álbum de Kanye West es una especie de «work in progress» que arrancó en septiembre de 2018 bajo lo que iba a ser su disco «Yandhi» pero nunca vio la luz, sino que se ha metamorfoseado, tras el despertar del fervor religioso de West, en el nuevo trabajo por venir. Adujo que quería terminar el álbum en Uganda (África), pero ya había pagado y desplegado publicidad y cartelería por media ciudad de Los Ángeles con la imagen de un CD donde supuestamente estaban las canciones que nunca han visto la luz, sino que se han transmutado en «Jesus Is King».

Pero nada con él puede darse por seguro: ese álbum también podría estar en riesgo porque el rapero con una mano promete el disco y con la otra niega que vaya a hacer música secular. Aquí es donde se complican las cosas, porque si Jesús es el profeta y Kanye es el profeta del profeta, la historia que tejen es tan grande que hace falta una profeta del profeta del profeta: Kim Kardashian hace lo que pueda pero solo consigue quedar como una portavoz del Vaticano muy manta.

Parece ser que el nuevo trabajo contendrá lo que Kardashian ha denominado una misa pero a estas alturas como para fiarnos de nada. Junto al álbum llegara una película que ya es el acabóse del ego: «Jesus Is King: a Kanye West Experience» de la que sale esta declaración : «Cuando eres un artista eres libre espiritualmente». Lo último que necesita el mundo es un sermón de este caballero.