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Las claves del «San José»: Distancia y profundidad

España espera la información solicitada mientras establece una «vía diplomática» con Colombia sobre el «San José», un buque español de Estado
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España espera la información solicitada mientras establece una «vía diplomática» con Colombia sobre el «San José», un buque español de Estado
Muchas preguntas. Pocas, por ahora, respuestas. Y bastante cautela porque el culebrón del hallazgo del galeón español «San José», hundido frente al mar de Cartagena de Indias en junio de 1708, no ha hecho más que empezar. Pasados los primeros momentos del «shock» inicial vivido el sábado, que tildaban el descubrimiento de «el mayor de la historia», según declaraciones del presidente colombiano Santos, y una vez conocida la dramática historia por la que se hundió en el fondo del mar el navío, toca ahora, por parte del Gobierno español, pedir información y estudiarla. El primer paso ya se ha dado y se ha solicitado una reunión formal con la titular colombiana de Cultura (que de momento se aplaza en favor de un encuentro en la Conferencia de ministros de Exteriores que se celebrará este fin de semana en Cartagena de Indias), pero, ¿cuál es la hoja de ruta que seguirá España en el caso? Según expertos arqueólogos consultados por este diario, lo primero que no debemos olvidar es que se trata de un «buque de Estado español, un extremo que es absolutamente innegable». Pertenecía a la flota de Tierra Firme y tras años de permanecer amarrado a puerto por el estallido de la Guerra de Sucesión (que ocasionaría en las naves no pocos desperfectos), partió desde Portobelo con destino a España, tierra que jamás llegó a alcanzar para alimentar las maltrechas arcas. Perdieron la vida 589 personas. Sólo hubo 11 supervivientes. Los caudales que transportaba, amén de piedras preciosas, joyas y demás enseres y artefactos, se hundieron con la madera del galeón.
Dos de las coordenadas fundamentales para actuar, en caso de que así lo decida España, son conocer la distancia en millas que separan el hallazgo del navío de la costa –y que desde Colombia no se han revelado al considerarse la misión como «secreto de Estado»– y la profundidad, de menor calado, a la que se halla, que se prevé podría estar cercana a los 300 metros, extremos ambos en que los arqueólogos consultados han insistido como de gran importancia. «Se puede tratar de un naufragio en mar territorial, en el que el Estado ejerce su plena soberanía y que significa una distancia de 12 millas (equivalente a 22,2 kilómetros) desde la llamada línea de base; puede estar en la zona de mar contigua, que añadiría otras 12 millas más, con lo que sumaríamos 24, y una tercera denominada económica exclusiva, a la que habría que adicionar otras 12 más mar adentro. A medida que se salga de la zona de mar territorial las posibilidades de redención para Colombia se van reduciendo. Además, no ratificó la Convención de la Unesco de 2001, que sí ha firmado España en 2005 y por tanto está exenta de cumplirla».
Para el historiador José Antonio Escudero, «es fundamental el trayecto del ‘‘San José’’. Si hubiera salido de las costas colombianas antes de ser atacado por los ingleses, España no tendría más remedio que olvidarse del tema: no vas a reclamar a alguien una mercancía que has sacado de sus tierras; otra cosa es si el barco, como así es, venía de otro puerto, en este caso de Portobelo», señala.
- Convención de la Unesco
Lo que está claro es que España no se va a quedar cruzada de brazos y que ya se han dado los primeros pasos. Tanto el ministro de Exteriores como el de Cultura se pronunciaron ayer sobre la postura de España en el caso. Méndez de Vigo dijo que «España ha firmado en 2005 la Convención de la Unesco y las leyes internacionales hay que cumplirlas. Estamos muy interesados en saber si se trata o no del galeón ‘‘San José’’, como así parece. He visto las imágenes y los cañones tienen el delfín característico de la fábrica de armamentos de Sevilla. Nosotros le damos gran importancia al patrimonio subacuático. Es un barco de Estado, España tiene derecho sobre él y vamos a ver, hablar y solicitar información al Gobierno de Colombia, que es un Gobierno amigo. Con la información en la mano, actuaremos», explicó. ¿Hasta dónde? «Nunca hablo de futuribles. Hay muchas cosas en juego y cuerpos españoles enterrados en ese galeón y tenemos que honrar a aquellos que defendieron a España hace tantos siglos. Tengo plena confianza en que todo vaya por buen camino», concluyó. Por su parte, el titular de Exteriores, García Margallo, se pronunció sobre «llegar a un acuerdo amistoso con Colombia» y recordó que la citada Convención de la Unesco estipula que este tipo de pecios son «de Estado, de guerra, no un barco privado», por lo que «hay una titularidad del Estado donde esté abanderado el pabellón» del navío, informa Efe. Desde ambos ministerios se subrayan que se trata de un buque de Estado. A última hora de ayer, el secretario de Estado José María Lassalle habló con la ministra de Cultura de Colombia y ambos países han acordado abordar por la vía diplomática la situación desencadenada alrededor del pecio del «San José».
Declaraciones todas ellas que chocan con las de Néstor Humberto Martínez, miembro de la Comisión de Autoridades Náufragas, adscrito al Ministerio de Cultura de aquel país para quien «la ley en estas materias dice inequívocamente que el patrimonio cultural sumergido es patrimonio arqueológico propiedad de la nación. «Quienes conocemos de cerca el material jurídico, las reclamaciones e incluso las decisiones de la Corte Suprema de Justicia, que ya se ha referido el tema, podemos decir que la propiedad de este hallazgo es de la nación colombiana», y avanzó un paso más al asegurar que las «hipotéticas acciones para reclamar el ‘‘San José’’ carecerían de sustento legal». De lo que no cabe duda es de que España lo hará todo por la vía legal y que tendrá en cuenta los tratados internacionales en esta materia.
La sentencia en el caso de la fragata «Nuestra Señora de las Mercedes» marcó un antes y un después en cuanto a la protección del patrimonio subacuático español, de ahí que ahora las miradas se hayan vuelto hacia ese asunto por el que España litigó durante años con la compañía caza tesoros norteamericana Odissey Marine Exploration, con sede en Tampa.

La «diplomacia silenciosa», según Moncasi de Alvear

José María Moncasi de Alvear, descendiente de Diego de Alvear, el capitán de la fragata «Nuestra Señora de las Mercedes», se mostraba bastante optimista con las opciones de España, «aunque preveo un proceso largo en el que creo que va a jugar un papel muy importante la diplomacia silenciosa. España ha apostado de manera clara por la defensa de su patrimonio subacuático». No obstante la parecía «incompleta» la información facilitada por Colombia, «pues no se ha dicho qué empresas privadas han colaborado en el hallazgo».