Libros

Libros

Auschwitz, a golpe de bisturí

Auschwitz, a golpe de bisturí
Auschwitz, a golpe de bisturílarazon

Los documentos y paratextque rodean al escalofrío novelesco que representa la obra literaria de Primo Levi, el superviviente italiano de Auschwitz, son de un interés superlativo para aprehender la enorme dimensión humana y el testimonio histórico incomparable de la llamada «Trilogía de Auschwitz». Levi se fue adentrando en la sinrazón más absoluta tras su arresto después de su breve experiencia como partisano, huido al monte tras culminar brillantemente su carrera universitaria de Química ya bajo el nefasto imperio de las leyes raciales del fascismo italiano, y ser deportado a Auschwitz con otros tantos judíos italianos.

Su crónica literaria de lo ocurrido, que se ve en «Si esto es un hombre» (1947), un viaje al corazón del horror en el campo de exterminio, se complementa bien ahora con el recién editado libro «Así fue Auschwitz. Testimonios 1945-1986», que recoge una serie de documentos de muy diversa índole acerca de la terrible experiencia de Auschwitz. El primero, una suerte de memorial sobre el estado higiénico y sanitario del campo de concentración, que encargaron en 1945 las tropas soviéticas al liberar al campo al propio Levi, en su condición de químico, y a Leonardo di Benedetti, como médico, fue publicado en una revista médica y causó estupor en su momento por su crudeza. En este y otros informes de gran interés, como los testimonios de Levi en el proceso contra Joseph Mengele, sus declaraciones sobre el viaje a Auschwitz o sobre los procesos Eichmann o Bosshammer, contra destacados responsables del exterminio de los judíos en la actual Polonia, reproducen con veraz fidelidad la letra pequeña de la horrible vivencia de estos campos. Es realmente lo más escalofriante de todo: la sensación de viva realidad que trasluce estos documentos, a veces minuciosos, otras aparentemente poco significativos. Pero el mal está oculto en ellos con toda su banalidad cotidiana, la de estos engranajes terribles que inventó la razón humana para atentar contra la propia humanidad. Si queda alguien aun que dude sobre este asunto, que lea carta de una joven, hija de un fascista, «que quiere saber la verdad», sobre lo ocurrido y la posible responsabilidad de su padre. La misiva al director del periódico turinés «La Stampa» recibió una diáfana respuesta de Levi en este mismo medio, también incluida en este impresionante libro.

Palabras clarividentes

Sus palabras clarividentes resuenan aun, torturando a la vieja Europa, como seguramente le torturaron a él hasta su muerte, aun sin aclarar, con cuestiones sobre la culpa y el mal que anida junto a nosotros, para que nunca olvidemos: «No, señorita, no hay manera de poner en duda la veracidad de esas imágenes. Estas cosas ocurrieron de verdad, y ocurrieron así: no hace siglos, no en países remotos, sino hace quince años y en el corazón de esta Europa nuestra. [...] exposición que no está dedicada a los padres, sino más bien a los hijos, y a los hijos de los hijos, con el fin de demostrar qué clase de reservas de ferocidad yacen en el fondo del espíritu humano, y qué clase de peligros amenazan, hoy como ayer, a nuestra civilización».