Sección patrocinada por sección patrocinada

Crítica de libros

En los límites de la novela

En los límites de la novela
En los límites de la novelalarazon

Resultan de un particular interés la reflexión y el estudio de la literatura a cargo de creadores, poetas o novelistas que vienen felizmente a suplantar la habitual tarea de críticos y profesores. El caso de Vladimir Nabokov o las recientes meditaciones de Philip Roth y Don DeLillo acerca de la función social de la narrativa o el valor representativo del arte son claros ejemplos de la necesidad de análisis sobre el oficio que siente el escritor moderno como parte ineludible de su metodología creativa. En esta línea debemos situar el reciente Premio Anagrama de Ensayo, otorgado a Luis Goytisolo por «Naturaleza de la novela», libro que ahonda en la historia, caracteres, avatares y porvenir de este género literario que es mucho más –y nada menos– que un instrumento estético de representación de la realidad.

De la épica al siglo XIX

El autor del impresionante conjunto novelesco «Antagonía» desgrana aquí, en un tono claro y ameno, rigurosamente documentado, el sentido literario y social que ha ido adquiriendo el antiguo arte de contar una historia que nos entretiene, emociona, impacta o conciencia; lo que le llevará a un conclusivo estado actual de la novela como género literario inherente a la condición humana, avezada a la lectura entusiasta de quiméricas ficciones. Partiendo del origen mismo de la novela occidental, textos bíblicos e historiografía grecolatina, se avanza sobre la poesía épica en lengua romance, el relato sentimental renacentista –con nuestra Celestina a la cabeza–, el universo picaresco o la piedra angular de «El Quijote», para llegar a la novela decimonónica europea donde basta mencionar a Tolstoi, Balzac, Dickens o Galdós para calibrar la magnitud del realismo como la estética más idónea para una figuración crítica del entorno del lector. Por estas páginas desfilan temas, argumentos y personajes emblemáticos también de la atormentada conciencia del siglo XX donde Proust, Kafka, Faulkner o Virginia Woolf llevarán al límite las capacidades expresivas del discurso novelesco. Otros aspectos a destacar inciden en el componente narrativo de los «Ensayos» de Montaigne o en la dramaturgia de Shakespeare; así como la importancia del monólogo interior, el objetivismo del «nouveau roman» o la relación entre cine y novela. Goytisolo concluye confiado en una literatura que seguirá contando historias como clara evidencia de lo estético y de lo humano.