Literatura

Berlín

Entre manzanos cultos

Entre manzanos cultos
Entre manzanos cultoslarazon

Dice de la música de Bach que es «una niña del Japón que ha resucitado», y, en otro poema, se representa la poesía como un rebaño de ovejas que interrumpe el tráfico. Nacido en Berlín y trasterrado desde niño a Gran Bretaña, Hamburger vivió toda su vida solitario, en su casa de la campiña inglesa, en Suffolk, rodeado de gatos y cultivando variadas especies de manzanos, con la misma entrega con que regaba sus versos cotidianamente, siempre a mano, y, asimismo, variopintos y extraños. Es una de las voces más singulares de la poesía inglesa de la segunda mitad del siglo XX, además de apreciado traductor de poetas alemanes, como Paul Celan y Hölderlin, que, por vez primera, aparece en castellano, en edición bilingüe, con excelente traducción y estudio preliminar de Matías Serra Bradford. De un hermetismo sensorial, con olor a neblina y chimenea de campo, sus versos conjugan la descripción del entorno y un simbolismo arduo. En un poema se autoproclama «póstumo desde un principio». En su ensayo «La verdad de la poesía» da fe de lo indisociable de «La vida y el arte» –título de la antología, tomado de su libro emblemático–; el poeta no cuenta sino por su obra: «Es el poema el que le dice al poeta qué es lo que él piensa y no al revés», dirá, para predicar con el ejemplo: «Mi tarea es la de mantenerme callado cuando no hay nada que quiera usarme para hacerse oír».