La novela que te dejará sin dormir
«No soy ningún asesino. Los asesinos son criminales. Son mala gente. Las tinieblas les han devorado el alma». Esta es la doliente justificación de la que parten Hjorth & Rosenfeldt en «Secretos imperfectos», publicada en 2010, y de la que ese mismo año realizaron una miniserie televisiva de dos capítulos con gran éxito en Suecia. La calidad indiscutible de la novela y la intriga desarrollada a lo largo del relato, con un tempo poco corriente en el adocenado campo del polar nórdico, hacen dela obra algo excepcional.
Su singularidad nace de haber planteado el relato de forma coral. Un equipo de investigación policial cuyos componentes tienen su propia personalidad definida desde el comienzo, y del que se va singularizando un personaje, Sebastián Bergman, un psicólogo que polariza todo cuanto de negativo puede predicarse de un sociópata, narcisista y conquistador compulsivo, de un ser autodestructivo capaz de irritar, despreciar y fascinar al mismo tiempo.
No es novedoso que al héroe policiaco lo encarne un ser problemático, característica de la novela negra posmoderna, pero sí que se lleve al extremo de convertirlo en un héroe negativo, despreciable, carente de simpatía, herido además por un dolor inasumible. Esa es la singularidad del dúo de escritores y guionistas Hjorth & Rosenfeldt: crear detectives discapitados o raros como Sebastián Bergman y Saga, la protagonista con síndrome de Asperger de «Bron (El puente)», la serie de más éxito en Suecia, convertida en «The Brige» en Hollywood y «The Tunnel» en Gran Bretaña.
A medida que el grupo de detectives investiga el asesinato de un joven, las pesquisas corren paralelas a las relaciones de poder del equipo, tensiones creadas por Sebastián, elemento disolvente que azuza tanto los enfrenta- mientos entre sus miembros como pone en cuestión los fallos de interpretación de la investigación de un caso que va cambiando al mismo ritmo que arrecian los conflictos de policías y personajes que configuran el relato.
En cuanto al tempo narrativo y su escansión, las similitudes con el de las teleseries, lento y pausado, es tan evidente que introduce en la narración una concepción a priori de los hilos narrativos que mediante girosconfiguran una intriga en continua elaboración.
Detrás de esta novela de enigma destaca la problemática familiar de la novelística escandinava. Las relaciones de amor y odio que atenazan a los personajes y los conflictos que se desencadenan en las relaciones familiares.
En «Secretos imperfectos» nada es complaciente. Sebastián explica la fuente de excitación del asesino en serie: la fantasía y el riesgo, pues es el riesgo a ser descubierto lo que precipita que se pase al acto. Así establece una relación entre el perfil de un seductor compulsivo como Sebastián y el del asesino en serie: infancia difícil, déficit de cariño y autoestima y necesidad de parecer fuerte. Esta identificación hace de Sebastián un mal policía pero un clarividente psicólogo del alma enferma, de las fantasías de control y el subsiguiente proceso de angustia que une el alma del asesino en serie con el obseso sexual.
Pocas novelas se leen con el desasosiego y el suspense de ésta. Literariamente perfecta.