Sólo se salvó un bebé judío

Hay leyendas que con sólo enunciarlas evocan en el lector las fantasías de mundos soñados, misterios insondables cuyas sensaciones proceden de lo más profundo de uno mismo. El buque fantasma es una de ellas. Ha de estar muy anclada en el subconsciente porque su fantasmal aparición como pesadilla tiene todos los elementos del terror ancestral. De ahí al castillo de Otranto, novela que inaugura la literatura de terror gótico, sólo hay un suave deslizamiento que impregna la novela romántica de las Brontë, ilumina con un fogonazo el barco a la deriva de Drácula y culmina con el Manderley de Du Maurier, remedo de la casa Usher, ardiendo para lenificar la maldición que la atenaza.

Trasatlántico nazi

Manel Loureiro se ha atrevido con este tema, recurrente desde Walpone, buscando un enfoque original, y ha organizado su fantástica narración alrededor del trasatlántico fantasma nazi «Valkirie», en donde han desaparecido tripulación y pasaje, dejando un resto como testimonio irónico: un bebé judío. Así comienza una aventura apasionante, escrita con la fuerza expresiva que requiere una narración que igual bebe en lo ominoso de Lovecraft como en lo horrísono de Stephen King. Loureiro trata un tema clásico, la maldición del buque, utilizando los mecanismos de la novela posmoderna, entrecruzando con frescura otras leyendas marinas como el Triángulo de las Bermudas, el poltergeist y la singularidad de las distorsiones espacio-temporales. Como corresponde a una trama de misterio que bascula entre el terror ominoso y la búsqueda de una lógica a ese misterio, el relato se sumerge en las entrañas de la bestia y utiliza para ello los recursos más efectivos para conseguir poner de los nervios al lector, que suspende voluntariamente la incredulidad y se abandona en un mundo siniestro donde los nazis son mera metáfora de la bestia que se ha apoderado de la nave.

«El último pasajero» es una novela repleta de situaciones horrísonas que hacen de Loureiro uno de los mejores narradores de terror gótico del momento. Y lo logra descorriendo los resortes del relato enigmático.