Prepublicación de «Éxodo y poder»: Catorce años de poder y 33 en la oposición
El periodista Graciano Palomo traza en el libro «Éxodo y poder» la travesía de la derecha española. Le ofrecemos algunos extractos
Empieza: «Cuartel general nacional del PP en la madrileña calle Génova 13. Un reducido grupo de colaboradores, principalmente gallegos, todos ellos muy de la confianza del presidente, rodean al líder en el despacho de este en la planta séptima del caserón que los cobija; empiezan los primeros recuentos de votos. Entre ellos, la directora de su gabinete, Marta Varela, la ‘dircom’ Mar Sánchez, la pareja del gallego, Eva Cárdenas y Álvaro Pérez, gurú jurídico. Poco a poco, se van incorporando dirigentes que conforman su ‘círculo interior’ político y que forman parte del llamado Comité de Dirección, la secretaria general, Cuca Gamarra, Esteban González Pons, el coordinador general Elías Bendodo, el responsable territorial Pedro Rollán y la vicesecretaria Carmen Fúnez. Sólo la lideresa madrileña, Díaz Ayuso ,y el alcalde de Madrid tienen acceso al ‘santa sanctórum’ del poder popular que no forman parte de la alta estructura del partido».
«El presidente sigue el escrutinio serio, sereno y preocupado…, dice una de sus colaboradoras de máxima confianza. Pasadas algunas horas se certificaría que el peor de los supuestos previos se confirma: esto es, el centro derecha y la derecha radical no suman la mayoría para hacer que el sanchismo haya sido una anécdota de un lustro...».
«Esa noche sufrimos en nuestras propias carnes, dirá un alto dirigente al autor, lo que era la ‘amarga victoria’ a la que se refirió en 1995 Alfonso Guerra para referirse a la primera victoria de Aznar…»
Así arranca su relato de 500 páginas el periodista Graciano Palomo, considerado como uno de los principales expertos en cuestiones referidas a la derecha democrática, en su nuevo trabajo sobre el tema titulado «Éxodo y poder. Una historia crítica de la derecha española» (La Esfera de los Libros).
En ese primer capítulo («No era eso, no era eso») Palomo, en una minuciosa investigación periodística tras el «shock» provocado entre los doce millones de anti sanchistas y la permanencia del mismo en el poder nacional no contemplado «bajo ningún concepto» en las expectativas (el PP había arrasado en las municipales y autonómicas mes y medio antes) describe en su muy personal estilo en modo thriller, los efectos devastadores que la «amarga victoria» tuvo entre la grey popular y de manera especial entre la alta dirección del partido. De la incredulidad más confesada al análisis comparado acerca de cómo en esta ocasión «el deseado» que venía de ganar todas las elecciones desde que sustituyó a Pablo Casado en la jefatura nacional del PP le habían faltado no más de 34.000 votos que bien distribuidos en las circunscripciones le hubiera permitido desalojar al «enemigo Sánchez» del predio monclovita. VOX y siempre VOX a título de «maldición» sin saber a ciencia cierta óomo desembarazarse del leviatán político.
[[H2:Fraga y su «cañón giratorio»]]
«Mi pretensión al encarar este mi último libro sobre temas políticos, -ha declarado el autor-, era fundir en un sólo trabajo el medio siglo de la derecha desde la muerte del general Franco aportando desde la fundación de la fraguista ‘mayoría natural’ hasta los últimos meses de Feijóo situaciones y hechos inéditos desconocidos hasta la fecha como pasto para futuros historiadores».
«En efecto. El presidente fundador desembarca en Madrid desde la embajada en Londres, ya en las horas postreras del dictador con la determinada ambición de convertirse en el gran conductor de una España que pasa de un régimen autoritario a una democracia europea homologable. Se encontró, sin embargo, que el rey Juan Carlos, presionado para que el de Villalba fuera apartado por su fuerte y controvertida personalidad, decidió que había otra persona más joven, dúctil y maleable, que pilotara los primeros pasos de la Transición. Fraga nunca se recuperó de haber perdido su gran sueño para el que se venía preparando desde décadas anteriores». El autor escribe que fue el propio Manuel Fraga el que le confesó en una cena durante su etapa de europarlamentario que fue don Juan de Borbón el que convenció a su hijo ‘para que me tirara a la cuneta...’»
Entre las revelaciones que se hacen en la obra se encuentra el dato de la «decisiva participación» del entonces embajador en el Reino Unido en la fundación del diario «El País» a través de su hombre de confianza, el periodista Carlos Mendo. «Fraga -continúa Palomo-resistió las tentaciones del presidente Suárez de incorporarse como ministro de UCD y seguir, tras los sucesivos descalabros electorales; sin embargo, su gran ambición de construir un partido de masas estuvo a punto de morir sin ver la luz cuando en las elecciones generales de 1979, la coalición que acaudillaba obtuvo 9 diputados, poco más de un millón de votos, un 3,9% del censo. Fue la primera vez que estuvo a punto de morir. Luego llegaron otras dos ocasiones en circunstancias bien diferentes».
«Curiosamente, la izquierda hace en las primeras elecciones de 1977 lo mismo que en el 2023 contra Feijóo. Apelar al miedo a la ‘derechona’. En ambos casos tuvieron éxito; habían pasado 46 años».
Otro de los aspectos reseñables del libro de los primeros años de la Transición es constatar la admiración mutua que se profesaron Manuel Fraga y Felipe Gonzalez... «A usted, señor González, sólo le falta hacerse conservador para llegar a ser un gran primer ministro. A usted, señor Fraga, que le cabe el Estado en la cabeza; no le voy a pedir que a estas alturas se haga de izquierdas».
«Fraga confesó que fue Don Juan el que convenció a su hijo que ‘me tirara de la cuneta’»
«La negativa fraguista a votar favorablemente al referéndum de la OTAN convocado por el gobierno socialista fue la puntilla para apartarle del poder. Fue convencido por Javier Rupérez de ir a la abstención porque si Felipe perdía la consulta, él podría ser presidente del Gobierno. Fue Thatcher la que le anunció que a partir de ahí no contaban con él en Occidente. Tras salir de su entrevista en Downing Street supo que tenía que apartarse. Y se apartó a su tierra natal gallega, que gobernó durante 16 años».
«Tuvieron que pasar casi veinte años para que sus antiguos detractores que le combatieron en UCD se subieran finalmente a su barco del PP. Martín Villa, Arias Salgado y otros muchos».
«José María Aznar tarda seis años en alcanzar el poder, tras un breve y volátil periodo de Hernández Mancha. Lo había conseguido de carambola contra la opinión del poderoso jefe de la CEOE, José María Cuevas, quien se inclinaba por su amigo y correligionario Rodolfo Martín Villa, ser candidato al gobierno de Castilla y León que consigue por un puñado de votos. En 18 meses presidiendo aquel gobierno autonómico, Aznar se convierte, amparado en gestos con gran cobertura mediática, en un líder nacional desde Valladolid. Fraga contempla desde su retiro de Perbes el panorama del partido que ha fundado. Federico Trillo, Álvarez Cascos (el más reticente), Juan José Lucas y Rodrigo Rato le convencen de que su hombre es el «chico del bigote». Dicho y hecho. A partir de ahí hay que batir a un formidable líder, Felipe González. Primero, conseguir una gran formación política en orden de combate permanente. Liquidó ‘manu militari’ las antiguas ‘baronías’ que habían hecho la vida imposible al presidente fundador».
«Alcanza el poder en dos etapas bien diferenciadas. La primera baila el agua al ‘pujolismo’ de cuyas ataduras se libra al alcanzar en el 2000 la primera mayoría absoluta de la derecha».
El libro aborda sin miramientos sus principales éxitos como gobernante siempre «con un PP ordenado a su servicio, pero también sus principales errores que tienen que ver con la corrupción de aquel tiempo. Jaume Matas, los chicos de la Gürtel (sus chicos), Zaplana y, finalmente, Rodrigo Rato. Y el gran error en la gestión del 11-M y los trenes de Atocha. Asimilar aquella derrota necesitó cuatro años, y Mariano Rajoy ya había sido designado sucesor sin posibilidad de retorno. Rubalcaba y varios teléfonos móviles se bastaron para mandar al averno a un gobierno repleto de amiguismo, soberbia y antipatía popular».
«El desastre económico de la era Zapatero posibilitó a finales del 2011 el regreso de la derecha al poder nacional. Tras fracasar en el 2007, Mariano Rajoy, al que Aznar coopta porque desea ‘un líder normal en una España normal’ se encuentra con un país en la quiebra. Su prioridad única es sortear el rescate que le pide todo el mundo (ministros, empresarios y hasta Merkel) y obviar las cuestiones ideológicas introducidas por ZP. No está capacitado políticamente, ni tiene talante para más, mucho menos para afrontar un golpe de Estado por parte de los secesionistas catalanes. Y aparecen los populismos que se le comen por los pies. Albert Rivera, un muchacho que había militado en las NNGG del PP catalán está a punto de darle el ‘sorpasso’; pero Rajoy aguantó con ‘piel de paquidermo’ (Angela Merkel dixit) y, finalmente, pudo formar su último gobierno con el apoyo parlamentario de Ciudadanos».
«Durante esos años, la secretaria general Cospedal y el ministro de Justicia Catalá habían advertido al presidente que de no recusar al juez José Ricardo de Prada, hombre de izquierda radical y declarado enemigo mortal del PP, corría el riesgo de tener una sentencia brutal por el ‘Caso Gürtel’ (I parte). Rajoy se negó en redondo. El resultado fue que el 24 de mayo del 2018 cuando ya tenía aprobados los Presupuestos y el gobierno se las prometía muy felices con el apoyo también del PNV se conoce una sentencia que es aprovechada por toda la izquierda y los nacionalismos que ponen punto final a su larga carrera política de casi cuarenta años. El impacto mediático es tan brutal que un entonces desahuciado Sánchez le arroja por la ventana tras su triunfo en la moción de censura; Sánchez no es partidario de presentarla pero es Iván Redondo quien le convence finalmente y el edecán negocia personalmente esa victoria con el resto de los coaligados parlamentarios».
«Fue la segunda vez que el PP estuvo a punto de perecer. Sólo su sólida implantación en provincias le salva de la hoguera. En esas circunstancias, llega un joven y prometedor nuevo líder que gana unas primarias por vez primera en la historia del centro derecha. Muy pronto, los dirigentes y bases dejaron de creer en sus posibilidades. Y VOX engordaba cada día. El tándem Casado/Egea ignoró que el partido no era Génova 13, se enfrentaron a los territoriales y sus barones aprovecharon el ataque a la rutilante nueva lideresa madrileña para mandarles a sus oficios».
El autor describe con toda precisión aquellos avatares que situaron al Partido Popular el borde de la extinción. Era la tercera ocasión de estar en la UVI.
«Nuñez Feijóo, tan gallego -según escribe Graciano Palomo-, ya había sido tanteado por sus pares para hacerse con la peana genovesa con ocasión de la marcha de Rajoy; vio entonces que aquello era imposible. Querría desembarcar en Madrid bajo palio y Rajoy había dicho que en contra de lo realizado por Aznar él se iba a mantener neutral porque su candidata era Soraya Saénz de Santamaría. Habían pasado casi cuatro años. Era el momento».
«Sánchez no es partidario de presentar la moción pero es Iván Redondo quien le convence»
-O te decides ya, Alberto, o el partido se va al garete, dada la situación creada…
«Tras obtener el cien por cien de los avales de las baronías y la petición expresa de los expresidentes Aznar y Rajoy a primeras horas de la mañana del 24 de febrero de 2022, el muchacho de Os Peares se sube a un avión en Compostela e inicia un camino sin retorno».
«El antiguo votante de Felipe González nunca creyó que Pedro Sánchez tenía el alma del color que le habían retratado sus compañeros de militancia. Lo comprobaría a primeras horas de la mañana del 7 de abril 2022 cuando el presidente le recibe en el palacio de la Moncloa en su calidad de jefe de la oposición tras su elección como comandante en jefe del PP».
El libro«Éxodo y poder» describe los hitos que han jalonado su medio siglo de existencia, últimamente la conquista de la calle que siempre estuvo bajo el poder de la derecha; aún le quedan asignaturas, según el autor, por aprobar y en desventaja con sus homólogos del mundo libre.