
Sección patrocinada por 

409 años
Un Quijote en occitano para conmemorar la muerte de Cervantes
La presentación de la traducción al idioma hablado en el Valle de Arán de la gran obra del complutense forma parte de los fastos en torno al recuerdo de su muerte, un 22 de abril

Hace hoy cuatrocientos nueve años que murió Miguel de Cervantes y Saavedra, padre del inmortal don Quijote de La Mancha. Para conmemorarlo, dentro de los fastos cervantinos de 2025 –que tendrán como colofón la entrega mañana del Premio Cervantes al genial novelista santanderino Álvaro Pombo–, el Ministerio de Cultura y el Instituto de Estudios Araneses-Academia Aranesa de la Lengua Occitana presentan la primera traducción de «El Quijote» al occitano –idioma que en España se habla en el Valle de Arán–, que se titula «Don Quishòt d’Era Mancha», realizada por Antonio Nogués con la supervisión y corrección de Jusèp Lois Sans.
Siguiendo los datos ofrecidos por el Instituto Cervantes se trataría de la lengua número 141 a la que se llevan las prodigiosas aventuras del ingenioso hidalgo junto a su fiel escudero Sancho Panza. De hecho, es con diferencia la novela en español más traducida de la historia, muy por delante de «Cien años de soledad», del Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
También se encuentra «El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha» entre las diez obras de narrativa más traducidas del mundo, sólo por detrás de algunos otros clásicos más accesibles como «El Principito», de Saint-Exupéry Y es que la novelita del aviador francés ha sido llevada hasta al andaluz por el profesor Juan Porras bajo el título de «Er Prinzipito»... Claro que aquí en Andalucía no veo yo a ningún paisano por la labor de acometer tal quijotesca empresa.
O sí, porque a este paso no nos debería sorprender si de aquí a unos años leemos: «En un lugá de la Mansha de cuyo nombre no quie’o acordarme no hase musho tiempo que vivía un hidargo de loh de lansa en astillero, adarga antigüa, rosín flaco y gargo corredó».
Cabe recordar que ya hace una década dio mucho que hablar la traducción o «puesta al castellano actual íntegra y fielmente» de la gran novela de Cervantes por Andrés Trapiello: que muchos calificaron de «absurda», como si fuera el borgiano Pierre Menard, pero que probablemente, y aunque suene paradójico, es la más práctica de todas las realizadas hasta la fecha: una magnífica puerta de acceso a nuestra cumbre literaria que ya resultaba escarpada por su vetusto lenguaje del siglo XVII no sólo para extranjeros –como aquel Kevin Spacey protagonista de «House of Cards» que aprendió español exclusivamente para leer «El Quijote»–, sino para tantos hispanohablantes que salían despedidos de la novela como golpeados por aspas de molino.
En definitiva, no ponemos en duda que la traducción cervantina al occitano tiene un gran valor cultural y un mérito estajanovista terrible, pero el sentido práctico habrá que seguir buscándoselo como si fuese una Dulcinea que no figura en el censo de El Toboso: ya me dirán si un vecino betulense, que seguro que maneja la lengua de Cervantes mejor que muchos de Valladolid, prefiere leer la edición de Nogués y Sans...
✕
Accede a tu cuenta para comentar