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Lucas Vidal: «Me inspiran las chuletas de España»

El joven músico español, residente en Los Ángeles, dirige el sábado el espectáculo «Música de cine. Homenaje a John Williams» en el Teatro Real

Lucas Vidal
Lucas Vidallarazon

El joven músico español, residente en Los Ángeles, dirige el sábado el espectáculo «Música de cine. Homenaje a John Williams» en el Teatro Real.

Lucas Vidal no llevará corona, aunque el día de Reyes, en el Teatro Real, dirigirá el espectáculo «Música de cine. Homenaje a John Williams», que ofrecerá un recorrido por las bandas sonoras de películas tan míticas como «Superman», «La guerra de las galaxias», «Indiana Jones», «Harry Potter», «Tiburón», «Parque jurásico», «JFK», «El violinista en el tejado», «La lista de Schindler», «Memorias de una geisha», «E.T.» y «Solo en casa», entre otras. Producido por High C Music, contará con artistas invitados, como la violinista Leticia Moreno, el ilusionista Jorge Blass, Juan di Pace y la artista de arena Didi Rodan. Este joven compositor, de apenas 33 años, ya cuenta con más de 20 filmes a sus espaldas. En 2016 ganó dos premios Goya por «Nadie quiere la noche» y por «Palmeras en la nieve». Además, tiene un Emmy. Fue el autor más joven de una superproducción de Hollywood. Un niño prodigio que ha dejado de ser un niño pero que, aunque lo niegue, sigue siendo un prodigio.

–Le veremos el día de Reyes, en el Teatro Real ¿con corona?

–(Risas) Más que llevar corona, será mi regalo. Pedí a los Reyes dirigir ahí y hacer un concierto que sea toda una experiencia para la gente que venga a verlo.

–¿Por qué John Williams merece un homenaje?

–Porque ha marcado a muchas generaciones. El público podrá durante dos horas y media trasladarse en el tiempo y tener solamente pensamientos y recuerdos positivos.

–¿Es de otra galaxia?

–Totalmente.

–¿Será usted su sucesor?

–Ojalá llegue a serlo algún día.

–¿Ha dejado usted de ser un niño prodigio?

–Nunca lo fui. Sigo siendo un niño, pero jamás fui un prodigio.

–¿Qué importancia tiene la música para el éxito de una película?

–Depende de cómo se vaya a interpretar el guión. Hay algunas que sin buenas bandas sonoras funcionan perfectamente. Otras, en cambio, no. Todo está en el guión y en la visión del director. Aunque normalmente ambas van ligadas.O sea, si una película es buena implica que la banda sonora es buena.

–¿Puede hacer buena a una mala película?

–Eso es más difícil.

–¿A qué debe sonar una filme?

–A lo que le pase al personaje.

–¿Usted suena?

–Yo me sueno mucho cuando estoy constipado (risas).

–¿Qué se escucha en Estados Unidos de España?

–Que es un país estupendo. Allí les gusta mucho el cine español, aunque no nos lo creamos. Les encanta España, en general.

–Si la situación de nuestro país se diera en una película, ¿qué música le pondría?

–Buff... No sé... Quizá una mezcla de todos los géneros, porque en España hay acción, terror, drama, comedia...

–Usted, que cruza el charco con tanta asiduidad, ¿Qué secreto tiene para no ahogarse?

–Ser muy paciente y comprar una buena almohada para el vuelo (risas). La vida allí es estresante, pero en Los Ángeles se ha puesto muy de moda el yoga y la meditación. Ahora estoy bajando revoluciones, que falta me hacía. Llevo unos años de locura.

–¿Las estrellas de Hollywood brillan más que las de España?

–No lo creo. Brillan lo mismo. Son personas como otras. El que brilla es el que actúa bien consigo mismo y con los demás.

–¿A usted qué le inspira?

–El trabajo, el descanso, dormir bien... Cuando compongo, el espacio y el tiempo se difuminan. Las horas se me pasan volando. Es como un puzzle donde elijo las notas que quiero poner y desecho las que no para que vaya cogiendo forma, como si fuera un juego. También me inspiran las chuletas de España (risas), que a veces echo de menos.

–¿Me cambiaría unas chuletas por su batuta?

–¿Dónde y cuándo hay que firmar? (risas) No soy ningún coleccionista de batutas.

–Díganos qué otras cosas echa de menos en Los Ángeles.

–Mi familia, el frío y el Museo del Prado.

–¿Qué oye en sus ratos libres?

–De todo un poco. Pop, música clásica, electrónica, música española de los años 60 y 70...

–¿Nació con talento o lo encontró?

–El talento se hace, no se nace con él. Es cuestión de echarle horas. No me considero una persona talentosa, sino trabajadora.

–¿Qué es para usted el éxito?

–La consecución de muchos fracasos.

–¿Cuál es su sueño?

–Vivir en un mundo donde la gente sea feliz.

–¿Prefiere componer o dirigir?

–Depende del momento. Para el día de Reyes, por ejemplo, prefiero dirigir.

–¿Pero a usted quién le dirige cuando compone?

–Mi socio, que es el que lleva las cuentas y me tiene a raya (risas).

–Tras dos Goya y un Emmy, ¿para cuándo el Oscar?

–No sé, pero tampoco lo pienso. No es un objetivo en mi vida, aunque a uno siempre le hace ilusión.