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Cine

Martin Scorsese, en España: "Ya no necesito pirotecnia en mi cine"

El director de "Los asesinos de la luna" visitó Madrid y protagonizó un encuentro con Rodrigo Cortés en la Academia de Cine

Martin Scorsese
El director de cine Martin Scorsese, en una foto de archivoMark Seliger©Rolex/Mark Seliger

Ante la presencia de S.M. la Reina Letizia, el Presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite, y diversos rostros conocidos del cine español, el director Martin Scorsese se encontró esta mañana con Rodrigo Cortés, para conversar sobre "Los asesinos de la luna" y las siete décadas largas de trabajo que le contemplan. El maestro, responsable de "Uno de los nuestros", "La edad de la inocencia", "Taxi Driver", o "Infiltrados", además de otra decena de clásicos de la historia del cine, se presentó en la sede madrileña de la Academia de Cine mirando al horizonte, como sorprendido de la cantidad de gente que se apelotonaba en el auditorio. "No sé cuántas van, sinceramente", respondía Scorsese sobre su filmografía, antes de pedir disculpas por su español, "que es todavía peor que me inglés", bromeaba el director.

"No pienso en términos de años, pienso en términos de películas, pienso en "La invención de Hugo" o "Toro Salvaje", no recuerdo en qué año las hice. He explorado la técnica todo lo que he podido, desde la cámara hasta los estilos de montaje. Por eso hago varios trabajos a la vez, me gusta jugar con la estructura como si fuera música, porque es la forma más pura de arte", relató Scorsese, sobre la evolución de su proceso creativo. Y siguió: "No puedo llevar el hilo de una trama. Todavía no sé qué ocurría en "Infiltrados", y el guionista tampoco. Mi cine se ha convertido en un ejercicio de estructura, y todo eso está en "El irlandés", donde la segmentación nos lleva hasta la determinación final, la redención que el protagonista intenta encontrar. Me encanta el movimiento de cámara, el montaje soviético, pero ya he explorado eso en mi carrera (...). Siempre he admirado lo que hace Brian de Palma en "Los intocables", pero no podría encajarlo en mi cine. Ya no necesito pirotecnia".

Martin Scorsese (izda.) junto a Rodrigo Cortés, en la Academia de Cine
Martin Scorsese (izda.) junto a Rodrigo Cortés, en la Academia de CineACADEMIA DE CINE

La rabia de un genio

Preguntado acerca del montaje de sus películas por Cortés, cuyo último filme ha contado con la producción ejecutiva del maestro, Scorsese se puso nostálgico: "Desde que tengo 20 años estoy obsesionado con el montaje, el soviético, el de Renoir, o la superposición de imágenes que se dio en la ola underground del cine en Nueva York. Era un ambiente obrero, que es de donde vengo yo, la de la herencia italiana conservadora. Durante años, me fascinaron los fundidos, hasta que leí a Otto Preminger diciendo que los odiaba. Me costó años entender el poder de los cortes directos", detalló el realizador. Y así, se adentró en su estudio del cine contemporáneo: "Echo de menos los títulos de crédito al principio. No entiendo que si vas a sentar a la gente ante escenas poco importantes para la trama, para que se lean un montón de créditos, empieza la maldita película de una vez. Los logos antiguos y el sonido ayudaban al proyeccionista, también para que la gente se fuera sentando, pero se puede modernizar, como en "Los asesinos de la luna". En "Infiltrados", que simboliza cómo la rabia afecta a mi proceso creativo, arranca con metraje de noticias, de violencia racista. Y, a partir de ahí, la locura", bromeó Scorsese.

"Siempre dejo que mis actores se salgan del guion, que hagan lo que quieran aunque no lo vaya a usar. Y se lo digo. Y luego lo uso igualmente, ya en montaje. Si contamos con el ángulo perfecto y el tono adecuado, la escena la vamos a sacar adelante", confesó Scorsese, antes de seguir acerca del uso de la música en sus filmes, normalmente asociada a Robbie Robertson: "Me dejo asesorar mucho, como en "Infiltrados", donde me convenció para usar música moderna. No tanto en "El irlandés", por ejemplo, donde yo conocía a todos esos grupos. Pero en la otra me envió tres discos, y la primera canción era "Shipping up to Boston". De inmediato dije: ¡Esto es la película", recordó el director.

"Creo que "Los asesinos de la luna" es una historia de amor. Y, cuando conversamos con los Osage, nos lo dejaron claro. Por ello, queríamos una música sensual y peligrosa, que se fuera desarrollando a lo largo de la película. Y eso es lo que me dio Robbie (Robertson)", recordó Scorsese, que también tuvo tiempo de abordar las recreaciones históricas de su cine: "Crecí como un niño que escuchaba la radio, y ello me permitía imaginar más que la televisión, por ejemplo. De ahí el uso en "Los asesinos de la luna", el de los shows del FBI que hacía para promocionarse. ¿Por qué los elegí para la película? Porque después de todo ese sufrimiento y tragedia, después del trauma, se convirtió en entretenimiento. Es como si, después del show, todos pudiéramos continuar con nuestras vidas. ¿Es eso lo que he hecho con la película? No, por eso quería incluir el obituario. Fui a la tumba de Molly con mi familia y me dio duro, y eso se puede ver en la película. Creo que eso se puede ver en cómo está hecha la película. ¿Soy culpable? Puede ser, por eso quise formar parte de la película. Ha sido una manera de pedir perdón, de algún modo", reconoció sincero Scorsese.