El juez permite que Montserrat Caballé sea juzgada por videoconferencia
El juez permite a Montserrat Caballé declarar por videoconferencia por motivos de salud en el juicio en el que se le acusa de fraude fiscal.
El juez permite a la soprano Montserrat Caballé declarar por videoconferencia por motivos de salud en el juicio en el que se debe ratificar la pena de medio año de cárcel que pactó con la Fiscalía por un fraude fiscal de medio millón de euros.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) informa hoy de que el Juzgado Penal 13 de Barcelona ha señalado el juicio contra Montserrat Caballé para el próximo día 15 de diciembre a las 10,00 horas, por videoconferencia, "por motivos de salud después de que todas las partes hayan estado de acuerdo".
Montserrat Caballé solicitó el mes de junio de este año poder declarar por videoconferencia en el juicio por un fraude fiscal debido al delicado estado de salud en el que se encuentra, después de que en mayo no compareciera a una anterior vista sin dar ninguna explicación sobre los motivos de su ausencia.
La declaración por videoconferencia de un acusado en un juicio está prevista en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, aunque se trata de una circunstancia poco habitual.
Caballé, de 83 años, ha acreditado que sus problemas de salud le impiden desplazarse a la Ciutat de la Justicia, entre L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona, para ser juzgada.
La diva debería hacer una declaración en el juicio en la que aceptaría que defraudó a Hacienda y certificar ante el juez que se conforma con la pena de medio año de cárcel y una multa de 254.231 euros que pactó con la Fiscalía, tras devolver el medio millón evadido a Hacienda.
La causa abierta a Caballé es fruto de la querella que la Fiscalía de Delitos Económicos presentó el año pasado contra ella, a la que acusaba de no haber presentado ante Hacienda la declaración del IRPF de 2010, alegando falsamente que era residente en Andorra, con lo que eludió tributar por los ingresos obtenidos en sus recitales y grabaciones.
En concreto, la diva actuó en 2010 en conciertos en España, Alemania, Suiza, Italia, Lituania, República Checa, Rusia y Ucrania, así como en grabaciones musicales en Moscú, Ginebra y Barcelona, por los que ingresó poco más de dos millones de euros.
De estos dos millones de euros que ingresó en 2010 por estas actuaciones, 1,5 millones debían haber integrado la base imponible del IRPF, una vez deducidos los gastos, ya que 439.612 euros se encontraban exentos de gravamen en España.
Sin embargo, Caballé, que estaba obligada a presentar la declaración de renta ante la Agencia Tributaria al ser residente en España, figuró formalmente como residente en Andorra "con el deseo de no tributar en la Hacienda Pública española y no ingresar en este organismo público el dinero que le correspondía por este impuesto", según recoge el escrito de conformidad que la diva suscribió.