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Madonna, del amor al odio en diez escenas

Convertida en un mito, a la artista no le faltan los más fieles admiradores y un buen número de acérrimos detractores: todos tienen razón

La cantante, en su actuación en Copenhague esta misma semana
La cantante, en su actuación en Copenhague esta misma semanalarazon

Convertida en un mito, a la artista no le faltan los más fieles admiradores y un buen número de acérrimos detractores: todos tienen razón

Si bien a estas alturas del partido no tiene que demostrar nada a nadie, el reinado y la popularidad de Madonna en la música pop siempre han generado dudas. Como todo mito pop que se precie –no lo olvidemos, la cantante estadounidense es el equivalente femenino y vivo de Michael Jackson–, hay razones suficientes tanto para estar a favor como en contra de ella. La neoyorquina ofrece dos únicos conciertos en España, ambos en Barcelona, dentro de su Rebel Heart Tour. Hay razones para amarla y para odiarla.

A favor

1.- Su reacción tras los atentados de París

A diferencia de otros artistas (U2, Foo Fighters) no ha suspendido parte o su gira actual al completo a causa del, por otro lado comprensible, pánico por los atentados de París. Firme en sus convicciones, la estadounidense realizó un emotivo discurso el pasado 14 de noviembre en Estocolmo durante su concierto. «Eso es exactamente lo que esa gente quiere, quieren callarnos. No les dejaremos, no les dejaremos jamás, porque hay poder en la unidad», declaraba Madonna. Y añadió: «Trabajamos muy duro y tenemos derecho a divertirnos en libertad».

2.- Sus sentadillas con tacones en directo

Además de la definición oficial que se puede leer en el diccionario, el término sentadillas debería tener una acepción extra que dijera lo siguiente: es lo que hace Madonna encima de un escenario con los tacones puestos. Cercana ya a la sesentena, resulta muy admirable el tute físico que supone cada concierto para su físico. El día que no sea capaz de hacer las famosas flexiones de piernas con tacones de aguja, sus fans pueden empezar a preocuparse, y con razón. Esa será la primera señal de alerta.

3.- Acierta con las colaboraciones

Justin Timberlake y Timbaland en «4 Minutes», Kanye West en «Beat Goes On», M.I.A. en «Give Me All Your Luvin’», Nicki Minaj en «Bitch, I’m Madonna» y Chance the Rapper y Mike Tyson en «Iconic», son algunas de las colaboraciones recientes más sonadas de Madonna. No se le puede negar a la cantante que tiene buen gusto a la hora de escoger socios para hacer canciones, y que además los trata con generosidad. M.I.A. y Nicki Minaj la acompañaron en la Superbowl de 2012, algo que sirvió para empujar sus respectivas carreras.

4.- La fundación Raising Malawi

Sí, es cierto que todas las grandes figuras del pop se animan con las actividades benéficas, pero lo que lleva realizando esta fundación en Malawi desde 2006 merece ser destacado. El país africano tiene la escalofriante cifra de un millón de niños huérfanos, dato que impulsó a Madonna a crear Raising Malawi junto con el activista estadounidense Michael Berg. La organización sin ánimo de lucro ha conseguido construir diez escuelas que albergan a casi 5.000 niños.

5.- Sigue siendo una artista de récords

Tras cientos millones de discos despachados (sólo The Beatles, Elvis Presley y Michael Jackson la superan), es la cantante femenina más vendedora del siglo XX. Tiene siete Grammys, 20 premios MTV Video Music Awards y 45 British Phonographic Industry, además de ser la artista con más números 1 en todas las listas de Billboard combinadas. Unas cifras mareantes de las que todavía está muy lejos Lady Gaga, la última diva en cuestionar seriamente su puesto como reina del pop.

En contra

1.- Provocación de baratillo

La publicación del libro «Sex», el beso con lengua con Britney Spears, el santo negro de «Like A Prayer»... Los escándalos con fundamento son cosa del pasado. La Madonna actual es una artista aburrida y quizá también cansada del show business. A sus 57 años, cualquier intento de ser polémica se traduce en algo ridículo. En 2012 quiso dar la nota al titular su disco «MDNA», un acrónimo de su nombre que aludía también a una famosa droga de diseño.

2.- Discos mediocres

Es una evidencia. La ambición rubia lleva diez años sin editar nada relevante. O lo que es lo mismo, sus tres últimos discos apenas tienen nada rescatable y sí mucho bótox de relleno. Hay que viajar al pasado, hasta 2005, para encontrar vida inteligente en «Confessions On A Dance Floor», un álbum notable donde la norteamericana recuperaba la música disco de los setenta con frescura y varios hits. El más destacado de ellos era «Hung Up», canción que incluía un sample de ABBA y, desde luego, su último rompepistas para el recuerdo.

3.- Las verisones «bakalao» de sus éxitos

Madonna tiene un vicio muy feo. Consiste en coger sus canciones más celebradas y reconvertirlas en temas «dance», donde se pierde toda la esencia de las originales. Es una práctica que realiza en todas sus giras desde hace años. «Like A Prayer», «Holiday», «Like A Virgin» o «Into The Groove» son literalmente destrozadas con la excusa de reinventarlas a base de subir las revoluciones y el volumen. Para «Rebel Heart Tour» ha recuperado uno de sus «hits», «True Blue», ¿respetará el original o la presentará tuneado?

4.- Su desastrosa carrera cinematográfica

Se interesó por el cine ya desde el principio de su carrera pero nunca encontró ni su lugar ni a directores o películas que sacaran lo mejor de ella como actriz. La cosa empezó con comedias del montón y acabó con despropósitos del calibre de «Barridos por la marea», dirigida por el que entonces era su marido, Guy Ritchie. En medio llegó a trabajar con Woody Allen en «Sombras y niebla», a protagonizar un «exploit» verbenero de «Instinto básico» con escenas subidas de tono titulado «El cuerpo del delito», y a interpretar a Eva Perón en el soporífero musical «Evita».

5.- Videoclips de estar por casa

Hubo una época en la que cada videoclip de Madonna era un acontecimiento. Fue Marilyn Monroe en «Material Girl», se inventó un baile en «Vogue», subió la temperatura del personal con «Erotica», y se atrevió a hacer el amor con un radiocasete en «Hung Up». Su último intento serio de impresionar al personal fue un quiero y no puedo y data de 2008: en el clip de «4 Minutes» aparecían Madonna y Justin Timberlake bailando encima de una hilera de coches. Todo muy «low cost».

- Dónde: Palau Sant Jordi. Barcelona.

- Cuándo: martes 24 y miércoles 25. 21:00 horas.

- Cuánto: desde 50 euros.