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Roddy Frame: «¿‘‘Indie’’ a los 50? Y a mucha honra»

El que fuera líder de Aztec Camera edita «Seven Dials» en el sello que dirige Edwyn Collins, compañero de generación
larazon

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Con apenas 16 años ya estaba grabando discos y con 18 consiguió su primer gran éxito en Reino Unido. Aztec Camera, la banda que lideraba, se convirtió en una de las semillas del movimiento «indie» británico en el sello Postcard Records, donde también editaban los míticos Orange Juice, pero la enorme repercusión les consiguió un contrato con una multinacional para el segundo trabajo. Roddy Frame (East Kilbride, 1964) publicó otros cinco álbumes con Aztec Camera y, después, varios trabajos notables en solitario. Llevaba ocho años sin publicar canciones nuevas, cuando Roddy Frame volvió a la casilla de salida. «Desde luego. Me parece maravilloso que, cumplidos los cincuenta, vuelva a ser un ‘‘indie’’. ¿Y dónde podría sacar mis discos mejor que en el sello de Edwyn Collins?», pregunta. En efecto, Collins, impulsor de Orange Juice, lanzó su propia compañía, AED Records, después de recuperarse de la hemorragia cerebral que sufrió en 2005. «Durante estos años he estado muy cerca de él. Ayudándole a superar la enfermedad, involucrado desde que volvió a los escenarios. Yo siempre trato de evitar la escritura. Es incómodo abrirse y siempre postergo el momento de sentarme a hacerlo. Soy un verdadero diletante y voy dejando pasar las cosas. Hasta que Edwyn me dijo: ‘‘Oye, vas a sacar un disco en mi sello, así que lo necesito en enero. Y empecé a levantarme a las cinco de la mañana y a trabajar hasta que fuera necesario para terminar ‘‘Seven Dials’’ a tiempo. Estoy orgulloso de él. Si no vuelvo a hacer otro disco, estaré feliz de que éste sea el último».
En Madrid por San Valentín
Roddy Frame posee una simpatía magnética y rechaza la pose. Es absolutamente encantador, algo que podrán comprobar todos los que se acerquen a sus conciertos en España: hoy en San Sebastián y mañana, día de San Valentín, en Madrid. En los últimos años, desvió el foco de sus intereses fuera de la música. «Creo que necesitas tener una vida para insuflar aire de ella a la música que creas. La vida y el arte se alimentan, se copian. De otra manera, lo que escribes está muerto. Eso sí: yo compongo desde el corazón, desde mi experiencia, pero nunca desde el punto de vista del “artista”». Así que Frame, muy conocido por sus canciones de amor, tanto perdido como recién hallado, está hablando de sus propios sentimientos. «Siempre he escrito de ello y en este disco, ¡qué sorpresa!, también. Aunque desde una experiencia diferente, como es lógico: en el disco hay separación, viaje e infidelidad... pero no tiene por qué ser experiencia propia (risas)». Los diez temas están, desde luego, a la altura de sus mejores composiciones. Pop instantáneo, limpio, austero y luminoso.
Aztec Camera participó del circuito alternativo de sellos (Postcards Records, Rough Trade), medios de comunicación («New Musical Express») y bandas (Orange Juice, The Wedding Present o Jesus & Mary Chain, entre muchos otros) que partían de otro modelo e intenciones en lo que al negocio musical se refiere. Pero Frame y los suyos se fueron a una multinacional. ¿Guarda malos recuerdos de las compañías? «Bueno, yo, como joven ‘‘punk-rocker’’ que fui, me alegro mucho de la debacle del negocio y celebro su muerte si llega a producirse. Me gusta que ahora haya surgido todo un universo de sellos otra vez, producto de la gran explosión de las multinacionales. Tengo que admitir que en su momento me gustó poder contar con financiación adecuada y medios para hacer un disco, pero no valen lo suficiente para compensar toda la mentalidad empresarial. Es la muerte para un artista», asegura. En cambio, desde la diminuta isla del sello casi familiar de Collins, «siento que ahora llego más que nunca a la gente que me interesa llegar». Así que no le molesta el «hazlo absolutamente todo tú mismo». «Tendrías que vernos a Edwyn y a mí, a nuestra edad, sentarnos en el suelo y elegir fotografías, hacer el diseño, elegir el gramaje del prensado de vinilos... ¡e incluso ir a nuestro almacén! Es exactamente igual que como era hace 35 años. Pero si yo he recomenzado, imagínate por lo que ha pasado Edwyn tras su enfermedad. Eso sí que es empezar de cero. Creo que ésta, en el fondo, es una historia bonita de dos viejos músicos». Para quitarse el sombrero.

Cruce de siete caminos

«Seven Dials» es el título del disco y, según Roddy Frame, es un homenaje a un cruce particular de Londres, donde convergen siete calles. «Es un sitio histórico que tiene detrás una historia que es a la vez colorida y oscura, pero que me interesaba», dice Frame. «Pero al mismo tiempo quería jugar con la leyenda de Robert Johnson, ya sabes, esa que dice que se encontró al diablo en un cruce de caminos. ¿Sabes que dicen que, a quienes se sospechaba que eran malos fieles de su iglesia, los enterraban en un cruce para que sus almas no supieran encontrar el camino de vuelta a la ciudad?».
- DÓNDE: sala Moby Dick. Avda. de Brasil, 5. Madrid .
- CUÁNDO: mañana, 21:00 horas.
- CUÁNtO: 18 euros.