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Lengua castellana

Quien conoce estas cinco palabras antiguas del castellano se considera hábil lingüísticamente

La inteligencia verbal está directamente relacionada a la cantidad de palabras que uno conoce

Quien conoce estas cinco palabras antiguas del castellano se considera hábil lingüísticamente (sección: cultura) IStockIstock

La última edición del diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge 93.111 palabras, de las cuales, tan solo utilizamos unas 5.000. Esto significa que casi 90.000 palabras están esperando para ser incorporadas a nuestro habla diaria. Ya sean más antiguas o poco usadas estos vocablos sigue siendo una rica parte de nuestra milenaria lengua.

¿Por qué es tan importante el vocabulario?

La inteligencia verbal está directamente relacionada a la cantidad de palabras que uno conoce. Una persona que conoce tantas palabras entiende mejor el idioma y es más inteligente a la hora de captar información y transmitirla. Al usar sinónimos, un profesional es más preciso al describir conceptos complejos, hacer que sus textos sean más atractivos y evita malentendidos. Es por esto que los mejores comunicadores siempre se apoyan en la riqueza léxica de nuestro idioma para transmitir mejor una idea, argumento o pensamiento.

A continuación, te dejamos un listado para hacer de tu habla propia de Cervantes. ¿Acaso las conoces?

5 palabras del habla española

Egresar: “salir de alguna parte”

Popularmente, debido a la influencia del inglés y hablas latinoamericanas, cada vez es más habitual que el término “egresado” se utilice como sinónimo de “licenciado”. Sin embargo, esto no era su significado original. Etimológicamente, su origen se encuentra en el latino “egredior, egressum” (ir fuera) y comparte origen con digresión (“apartarse del tema tratado”).

Flébil: “digno de ser llorado” o “lamentable, triste, lacrimoso”

Flébil" es un adjetivo poético un tanto curioso. La palabra proviene del latín flebilis , que combina el verbo flere (llorar) con el sufijo -ible (capaz de ser). Entre sus sinónimos se incluyen luctuoso, lamentable, triste, lacrimoso, lastimoso y deplorable.

Jumera: “borrachera, embriaguez”

La próxima vez que salgas de fiesta y tu amigo comience a pedir cervezas, vinos o gin-tonics sin parar, puedes dárselas de culto y citar a Galdós, que recoge este término en su obra Fortunata y Jacinta (“sus jumeras eran siempre una fuerte emersión de lágrimas patrióticas, porque todo lo decía llorando”) y decir que has pillado la jumera de tu vida.

Arroba: media de peso

Aunque al oír esta palabra muchos nos vamos al icono informático utilizado en los correos electrónicos, este vocablo ya existía desde hace mucho antes que naciera internet. Antiguamente, la arroba se refería a una antigua unidad de medida de peso o volumen (equivalente a unos \(11,5\) kg) aplicada a a líquidos como el aceite y el vino. Lo curioso, es que esta expresión aún se conserva en algunas partes del medio rural entre la gente mayor.

Atalaya: del árabe "at-tala’i", torre de defensa

La atalaya era una torre construida en lugar elevado del terreno desde la que se divisaba a lo lejos la presencia del enemigo, y que fue de gran utilidad en la Edad Media. Es frecuente ver, al borde de algunos páramos en Castilla estas torres mejor o peor conservadas, normalmente construidas de ladrillo.

¿Que tienen de especial estas palabras?

Estos cinco términos forman parte de la historia de nuestra lengua. No solo representan significados, sino también a las personas que un día hablaron con ellas. Concoer nuestra propia lengua no solo es sinónimo de una alta inteligencia sino también un tributo a aquellos que estuvieron antes de nosotros.