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Feria del Libro

Récord absoluto en la Feria del Libro

Las expectativas se han superado y hay editoriales y librerías que ya el martes pasado habían alcanzado el mismo volumen de ventas que en toda la edición anterior de la Feria. Y aún queda este fin de semana, uno de los más prometedores.

Los autores de Planeta acudieron ayer a la Feria del Libro / Foto: Jesús G. Feria
Los autores de Planeta acudieron ayer a la Feria del Libro / Foto: Jesús G. Ferialarazon

Las expectativas se han superado y hay editoriales y librerías que ya el martes pasado habían alcanzado el mismo volumen de ventas que en toda la edición anterior de la Feria. Y aún queda este fin de semana, uno de los más prometedores.

Lo comentaban ya los libreros y editores en los corrillos, encuentros, actos y festejos literarios que se celebran por estas fechas: «Nos va muy bien, se están superando las expectativas». A la mitad de esta edición de la Feria del Libro de Madrid el optimismo no era una actitud, sino la confirmación de una realidad. A falta de un día para el cierre, y en uno de los fines de semana que despierta mayores expectativas de facturación en palabras de su director, Manuel Gil, «estamos en magnitudes de récord toques lo que toques, en visitantes, volumen comercial, autores, firmas». Y añade: «No es que haya que remontarse a años anteriores para encontrar cifras similares, es que nunca se han alcanzado las actuales». Solo las personas que han visitado los fines de semana la cita del Parque del Retiro, rondan los 450.000, algo que corroboran todos los que han asistido en esos días a este evento. De hecho se está pensando, para la siguiente edición, crear pasillos para evitar aglomeraciones. Además se ha aumentado en un punto, del 16 al 17 por ciento, las personas que vienen de fuera para pasearse entre las casetas. Las razones que se barajan por ahora, al margen de cómo se ha ido afinando la organización en estos últimos años, lo apuntan los verdaderos protagonistas de esta cita cultural. La primera, el buen tiempo que ha acompañado durante estas semanas. La segunda, que no ha coincidido con ninguna celebración deportiva ni la final de ninguna competición en que hubiera un equipo español (salvo la final de Rafa Nadal en Roland Garros), porque, según comentaba un editor en broma, la final de la Champions seguro que más de uno viniera al Retiro por no aguantar a los hinchas ingleses. La tercera, el comienzo de la Feria ha coincidido con el principio del mes de junio, con la nómina recién cobrada. Y, la cuarta, que ya no existe tanta incertidumbre económica y muchas personas han perdido el miedo a lo que puede suceder con sus trabajos. Para Manuel Gil, que mañana anunciará los datos definitivos, no existe ninguna clase de duda al respecto: «El libro ha vuelto al centro del debate cultural. La feria va a ser estupenda. Después de lo que ha sufrido este sector entre 2008 y 2014, se lo merece. Queda perfilar algunas encuentas, pero todo es positivo».

Un tema de moda

Estas sensaciones son comunes en los sellos y las librerias. En el Grupo Planeta las ventas han ascendido un treinta por ciento respecto al año pasado, cuando, si se recuerda, hubo mal tiempo e, incluso, se llegó a cerrar el parque los días anteriores. De hecho, las ventas, a la altura del martes pasado, ya habían alcanzado todo el volumen de lo que se había vendido en la edición anterior. Y, para poner el listón más alto, aún quedadaba toda la semana. La gente ha tenido poder adquisitivo y se ha mostrado muy generosa. Entre los títulos más vendidos están «Recuerdos de futuro» (Seix Barral), el último libro de la reciente ganadora del Premio Princesa de Asturias, Siri Hustvedt; «¿Quién quiso la guerra civil?, de Ángel Viñas; «La conquista de América contada para escépticos», de Juan Eslava Galán, y «Yo, Julia», de Santiago Posteguillo, al que le ha ido muy bien con su firma.

Más allá de ciertos datos anecdóticos y hasta lógicos, como que se vende más por la tarde que por las mañanas y que se paga más con tarjeta que en efectivo, lo que esta Feria parece que apuntala es esa tendencia en auge que venía desde atrás. Marina, de la librería Cervantes & Compañía, comenta: «Nos habíamos marcado un objetivo y lo hemos superado. De hecho, lo rebasamos el jueves. Todo el fin de semana por delante. Es muy positivo. Y eso que nuestra meta era ambiciosa».

Para ella hay un tema que se ha impuesto de manera clara: las mujeres y la literatura. «Este tema y el feminismo se está moviendo bastante. Viene gente preguntando por libros escritos por mujeres. De hecho, una compradora me dijo: “únicamente quiero libros escritor por mujeres”. Es algo que se ha impuesto». Esta tendencia, según señala ella se extiende también entre los más jóvenes que visitan la Feria: sobre todo ellas preguntan por el feminismo. Pero los chavales de ahora están muy bien formados. Preguntan por ensayos, conocen perfectamente quién es Virginia Woolf. Estamos hablando de estudiantes entre 10 y 15 años. Es cierto que compran menos, pero se paran y miran los libros. Marina reconoce que está vendiendo mucho a Siri Hustvedt, Arsuaga, Manuel Jabois, Pérez-Reverte, Muñoz Molina y, sobre todo, la última novela de Domingo Villar, que después de diez años sin publicar ha sacado una novela negra aplaudida por la crítica y por lectores.

Juan Casamayor, de Páginas de Espuma, no disimula su alegría: «Hemos facturado lo que en otras ferias enteras. Ya vamos por encima». La cifra que maneja, como otros sellos independientes es de más de un 20 por ciento. «Estamos mejorando –añade– respecto a otros años anteriores». Después subraya algunos datos: «Creo que vamos a conseguir el récord de asistencia en una feria. El público continúa viniendo entre semana. Es una sensación abrumadora de gente. Además, es muy interesante que exista un público de todas las edades. Hay incluso chicos de doce y trece años que vienen a preguntar por tus libros. Muchos de ellos se ha interesado por “Insólitas” (una antología de literatura fantástica escrita por narradoras de América y España)». Juan Casamayor, que reconoce que una de las motivaciones de la Feria de Madrid es el encuentro con los lectores, cuenta una anécdota: «Me vino una muchacha muy joven. Te estoy hablando de una estudiante que debía tener unos 13 años y que me reconoció que ya “estaba harta de distopías”. Lo que indica que debe haber leído ya unas cuantas».

Encuentro con lectores

También señala que existe un nicho de lectoras, con una edad comprendida entre los 15 y los 16 años, que se han interesado por la obra de Samanta Schweblin o Socorro Venegas, cuya obra «La memoria donde ardía» se ha convertido en su mayor éxito, junto a la obra de María Fernanda Ampuero. «Para nosotros, la Feria no es la factura definitiva, pero debemos reconocer que que te da la posibilidad de conocer a tus lectores y es un aspecto muy emocionante, aparte de que también te sugieren muchas ideas».

Raquel Vicedo, de Pepitas de Calabaza, que este año ha editado «Los europeos», de Rafael Azcona, también confirma los augurios de otros compañeros de profesión. Y, aunque, al principio pensaba que las ventas iban a ir lentas, después han despegado. «La gente ya conoce nuestra caseta y pregunta por nuestros títulos». Pero ella también constata un efecto que se está produciendo: el interés que el ensayo y los temas de actualidad despiertan en gran parte del público. «Se pide mucha crónica de la realidad social. Se nota que la gente quiere comprender lo que está sucediendo a diferentes niveles: el económico, el sociológico y el político. Incluso hemos detectado a jóvenes que están interesados en temas como la inmigración o el problema que se ha creado alrededor de este tema en Centroamérica y Estados Unidos. Otro asunto que se nota que preocupa es el impacto de la técnica y las posibilidades de que sustituya al hombre en los trabajos».