Russell Crowe, gladiador en La Alpujarra

El actor se ha sumado al proyecto «Me vuelves Lorca» y tiene ya un asiento en el anfiteatro que han levantado los habitantes de Laroles, en Granada, y que este verano presenta su primera programación,

Laroles es un pueblo que está en la Alpujarra. Tendrá unos seiscientos habitantes y desde este año una programación de verano en su anfiteatro al aire libre construido por los propios habitantes gracias al sueño de Anne Kemp, una inglesa vivaracha y emprendedora que quiso imitar en España algo que se hizo años atrás en Gran Bretaña, donde una mujer levantó un teatro de la nada con la ayuda de sus manos y las de su jardinero. Dicho y hecho, esta rubísima mujer supo implicar a casi todos y cada uno de los de los habitantes de este pequeño pueblito al que se llega por una carretera que serpentea y que permite, desde lo más alto, divisar un paisaje único. Granada, tan cerca de Lorca, tan amada por Brenan. ¿Por qué no levantar un teatro al aire libre allí? «Eso es lo que pensé yo. Al principio le di muchas vueltas, pero en cuanto nos cedieron los terrenos de la era y vi que la gente tenía muchas ganas no me planteé otra cosa», comenta Kemp a través del teléfono. Ella –que provenía del cine– siempre mantuvo una estrecha relación con Laroles. Cuando decidió cambiar su vida por una más tranquila pensó en este enclave, «con un estilo de vida más tradicional y tranquilo, rural, que necesita, al mismo tiempo, de un turismo que visite la zona y la disfrute», asegura quien considera que aún se puede saborear un tipo de vida sin relojes, detenida y tranquila. Lo que le faltan a este pueblo en alto era un anfiteatro. ¿Seguro? Así lo pensó Kemp años atrás.

Niebla londinense

En 2013 comenzaron las obras, un años después ya se pudo disfrutar de un par de actuaciones y este año, por todo lo alto, se ha inaugurado la programación. Muchos son los personajes que se han sumado a esta iniciativa, desde el tenor José Manuel Zapata, que cantó días atrás envuelto en una niebla casi londinense, a José Mercé, Ainhoa Arteta y Aitana Sánchez-Gijón, entre otros.

El coliseo de piedra tiene 250 butacas y la entrada cuesta cinco euros: «Este año no hemos conseguido financiación», comenta. Una de ellas, uno de los asientos, ya le pertenece por derecho a Russell Crowe, que desde su Twitter aplaude la iniciativa: «Supe que teníamos parientes en común, lejanísimos, pero estábamos unidos por nuestro árbol genealógico y compartíamos antepasados. Y pensé que si él había sido un gladiador yo podía construir un anfiteatro. Ya nos unía algo». El actor se hizo eco en las redes de la propuesta y sueñan con que un día pueda asistir a una de las representaciones al aire libre, lo mismo que Leonard Cohen, amante de Granada, otro de los grandes que posee asiento pétreo propio. La idea de Kemp era trabajar para Laroles pero no olvidar al resto de pueblos de la zona, lo que se conoce como «trabajo en red». Y así, los habitantes de este pueblo alpujarreño se implicaron haciendo tortillas, dando camas a los que llegaban, contribuyendo cada uno a su manera. Cada uno ayudó como pudo. Y conseguimos que la gente entrara por el aro y que hubiera buen ambiente, porque se mostraban reticentes, pero una vez que han probado lo han disfrutado», dice el alma de este proyecto ya realidad. «Hemos tenido que abrir mentes pero merece la pena». Lorca está presente, tanto su obra como, sobre todo, su filosofía: llevar la cultura al ámbito rural, de ahí el sugerente título. ¿Y se han vueltos un poco ‘‘lorcos’’? Lo justo, ni más ni menos.