Sección patrocinada por sección patrocinada

Cine

"Slow": ¿es posible una historia de amor sin sexo?

Marija Kavtaradze construye una delicada y hermosa disección de los afectos atravesados por la ausencia de contacto físico en esta película encargada de representar a Lituania en los Oscar

Un fotograma de "Slow"
Un fotograma de "Slow"Imdb

Lejos de aquel deseo perforado por la obsesión hacia la conquista del cuerpo del amante que desarrolló de manera escandalosamente brillante Annie Ernaux en su texto autobiográfico, "Pura pasión", la joven cineasta lituana Marija Kavtaradze, que nada tiene que ver con la metodología de la escritora francesa pero sí con sus intereses sobre la psicología de los afectos, utiliza como motor narrativo de su nuevo y bellísimo trabajo el surgimiento de un amor atravesado por la ausencia de los encuentros sexuales. Quererse prescindiendo del componente erótico. Amarse desde la contención de la piel y la falta de pulsión que nos conecta con la mitología del eros.

Un fotograma de "Slow"
Un fotograma de "Slow"Imdb

En "Slow", la medida exacta del tiempo, definido por esa realidad borgiana de "estar o no estar contigo", condiciona los comportamientos de Elena y Dovydas –ella bailarina sexualmente libérrima hasta que le conoce y él un intérprete de lenguaje de signos asexual– y los modula de forma constante. Todo ocurre a un ritmo desacelerado aunque, paradójicamente, la historia de los enamorados nazca y avance bastante deprisa: "Me interesaba mucho esto de retratar el tiempo a través de los cuerpos y emociones de los protagonistas y creo que de alguna manera parece que durante la relación que tienen entre ellos cuando están juntos el tiempo se para, va mucho más despacio, pero al mismo tiempo puede parecer lo contrario, porque se conocen rápido y la conexión es algo prácticamente inmediato. Eso pasa cuando te enamoras: el tiempo se frena, se estanca, las cosas van más despacio, y en el caso de esta relación ellos también intentan ir más despacio, pero en realidad todo está pasando rápido porque el amor es incontenible", comenta la directora de esta película que después de ganar el premio a mejor dirección en el Festival de Sundance se ha revalidado como representante de Lituania en los Oscar de este año para la mejor película internacional, en entrevista con LA RAZÓN durante su visita a Madrid.

"Cuando te enamoras el tiempo se frena, se estanca"

Marija Kavtaradze

Fascina encontrar belleza y desnudez en esa mirada íntima tan naturalmente autoral de Kavtaradze vertida sobre un tema complejo como la asexualidad, que en el caso de Dovydas se retrata como la inapetencia, la ausencia de voluntad hacia lo sexual y no como la incapacidad corporal para practicarlo y reconforta la despatologización fomentada por la realizadora: "Es un tema complicado. Al enfrentarme a ello tuve que documentarme de alguna forma y para mí era muy importante hacerlo con cierta distancia porque no se trataba de una vivencia personal y no podía caer en suposiciones o interpretaciones mías. Investigué y me informé bastante sobre personas que lo viven de primera mano. Que no sientan deseo sexual no significa que no experimenten la parte más romántica del amor o de los sentimientos".

Y es que la tonalidad de las relaciones contemporáneas es policromática, diversa, variada, infinita e indescifrable, algo que Kavtaradze también defiende: "Creo que es posible que una relación de estas características pueda terminar siendo exitosa, aunque al mismo tiempo siento que es algo que nunca sabré, que nunca sabremos. Hay maneras de que funcione siempre que haya voluntad. Las relaciones son muy diversas y no es estrictamente necesario que exista un apego físico para que tengan sentido o estén completas", remata. Tal vez para cuando hayamos descifrado el lenguaje del cuerpo, aún nos falte comprender el de la palabra.