Teatro Bellas Artes

¿Quién educa a un adolescente, la familia o el colegio?

El Teatro Bellas Artes sube al escenario “La profesora”, una comedia dramática de Eduardo Galán, con Isabel Ordaz y Marcial Álvarez, que plantea el problema de la transexualidad en la adolescencia

En "La profesora", Isabel Ordaz comparte la escena del Teatro Bellas Artes con Marcial Álvarez
En "La profesora", Isabel Ordaz comparte la escena del Teatro Bellas Artes con Marcial Álvarez Pentación

Esta primavera era aprobada, no sin una fuerte polémica política y social, la controvertida Ley Trans, que nacía con el objetivo de desarrollar y garantizar los derechos de las personas LGTBI y de que cada uno pueda vivir libremente su orientación sexual, una cuestión que abría un público debate ético. El texto que presenta Eduardo Galán en el Teatro Bellas Artes, “La profesora”, quiere reflejar éste y otros problemas contemporáneos, para ello, y en clave de comedia dramática, el autor pone en acción preguntas sobre los límites de la educación, el miedo a la soledad, el poder redentor de la cultura, así como las dificultades sociales y familiares para aceptar la diferencia y superar los roles de género, pero “sin discursos moralistas ni frases ideológicas, solo desde la acción y los conflictos en una mezcla de humor y problemática humana”, asegura.

Dos personajes que proceden de mundos distintos, la profesora América Alcalá (Isabel Ordaz) y Carlos Ortiz, (Marcial Álvarez), un pescadero de unos cincuenta años que acude a una reunión de tutoría para solucionar la situación de su hija Daniela, con la que tiene un conflicto. Educada, con un carácter elitista o clasista, la profesora tiene una vida comprometida con el colegio, los alumnos y la educación, pero está a punto de jubilarse. “La diferencia de edad, de clase social, nivel cultural y puntos de vista distintos, los hace discrepar continuamente en las tutorías que mantienen –explica la joven directora, Carla Nyman–, discuten y se pelean constantemente, pero a partir de aquí, la relación se hace más personal, comienzan a revelarse intimidades y va un poco más lejos de simples encuentros tutoriales entre padre y profesora, se crea un vínculo entre ellos cuyo punto de inflexión está en la hija y sus problemas en el aula”.

Pero, ¿cuál es la naturaleza de ese conflicto que acaba provocando la unión de ambos? “Daniela nació sexualmente como un hombre, pero desde siempre se siente mujer y se ha transformado en una chica y, como tal, es alumna de la profesora, aunque el padre se lo oculta –asegura Nyman–. La transexualidad y la falta de conocimiento y recursos para atender esta nueva problemática es un tema candente que está en la sociedad, en este caso –continúa la directora–, es la profesora quién, desde el diálogo y la complicidad con la alumna, descubre la situación. El padre ha aceptado el cambio de sexo de su hijo, pero no quiere que se conozca esta realidad porque le resulta difícil, es algo que no sabe muy bien cómo llevar en su vida cotidiana, igual que ocurre socialmente, porque su vida es un reflejo de cómo responde la sociedad a esta situación, con dificultad para aceptar este tipo de cosas, para aceptar al diferente y normalizar esa diferencia y esto se ve reflejado en la historia”, explica. “Desde el principio, él luchó por hacer realidad el deseo de su hija, pero no sabía muy bien cómo asumirlo, cómo convivir con ello y gracias al amor que le profesa, a ese vínculo y a la humanidad que se va estableciendo, poco a poco va conviviendo con ello”.

Por otro lado, apunta la directora, “la pieza plantea el problema de la educación, ¿quiénes deben educar y cómo a los adolescentes, las familias o los profesores? La escuela tiene unos límites, pero creo que los profesores, sobre todo en secundaria, tienen una responsabilidad como pedagogos de transmitir valores y en un proceso como este en el que una persona cambia de sexo se requiere un trabajo de normalización en las aulas, de eliminar prejuicios, los profesores tienen esa capacidad de conciliar para que no se vean como bichos raros, que es como los ve la sociedad, porque queda mucho todavía y, aunque aparentemente parezca que estamos evolucionando, quedan resquicios y hay mucha gente que opina lo contrario, como se ha visto en la reciente ley de la transexualidad”, concluye.

  • Dónde: Teatro Bellas Artes, Madrid.
  • Cuándo: hasta el 15 de octubre.
  • Cuánto: De 17 a 28 euros.